Los motivos del lobo | ¡Chávez, siempre presente! (Opinión)

“Chávez: Pueblo Valiente, Patria Independiente”. Con este nombre comienzan hoy unas jornadas en honor del Comandante Eterno en todo el país.

En lo fundamental están organizadas por la Fundación que dirige con mucho amor Rosa Virginia Chávez.

Su epicentro, como no podía ser de otro modo, estará en los espacios del Cuartel de la Montaña. Allí, pero no solo allí, durante 11 días, del 5 al 15 de marzo, tendrá lugar una intensa actividad marcada por la reflexión, la evocación, la expresión espiritual y el encuentro entre nosotros ante la presencia viva y siempre sentida del Comandante.

Hugo Chávez, en verdad, está activo en el seno del pueblo, como un fuego que arde y no se consume.

Es un asunto de la conciencia de cada uno y del impacto que en ella tuvieron, no solamente sus enseñanzas y su ejemplo de compromiso revolucionario, sino también el amor, la amistad y la alegría de vivir que transmitía. De la conciencia de cada uno, digo, pero también de la conciencia colectiva que se ha dado cuenta de que, a partir de Chávez, el mundo ha cambiado irreversiblemente y no volverá ya nunca a ser el mismo.

Estas son, pues, unas fechas muy especiales. Sin embargo, faltaríamos a la verdad si dejásemos entender que al Comandante lo recordamos más en estos días que en el resto del tiempo. No sería cierto. No. He hablado con multitud de personas, en muy diversas circunstancias a lo largo de estos dos años, y el hecho cierto es que ninguna de ellas ha podido (ni ha querido) desprenderse de la presencia indeleble de Chávez. Es como una señal que no se rinde, como una canción de fondo que nos acompaña sin cesar. Como un latido extraordinario en el corazón y, también, en la mente siempre rebelde, siempre subversiva contra la crueldad del mundo.

Su recuerdo le da sentido a lo que hacemos. Sus sueños siguen siendo los nuestros. Y la palabra que él nos transmitió es la palabra que cada día nos compromete más.

En lo personal, cada día le rindo culto a su memoria. Hago un íntimo balance, y le pregunto si voy bien. Si vamos bien. Y ello refuerza mi ánimo para continuar.

Me consta que no soy en único en hacerlo.

T/ Francisco de Asís