El domingo es el Día de la Lealtad Chavista. Se cumple un año de aquellas palabras del Comandante que nunca hubiéramos querido necesitar, pero que fueron dichas por él, con la mayor conciencia de la necesidad imperiosa de garantizar el rumbo revolucionario, pasara lo que pasara.
A un año de aquel trance, la Revolución enfrenta una nueva prueba electoral. Y como sucede con cada elección en Venezuela, cualquiera sea su nivel, las municipales tienen repercusión interna y global a la vez, porque la estabilidad del proceso político nacional tiene efectos en el ámbito regional e internacional.
A lo interno, significa abrir la posibilidad de aterrizar el plan de la patria para su ejecución local en cada uno de los municipios en los que triunfe la Revolución.
En lo internacional, será una señal al mundo del estado de salud del proceso revolucionario, que tendrá su impacto entre los amigos y enemigos, según sea el resultado.
Creo y espero que los revolucionarios vayamos a las urnas electorales cumpliendo la consigna de “¡Unidad, lucha, batalla y victoria!”, sin vacilar por pequeñeces.
Después de este año que fue doloroso y tormentoso, en el que pasamos por difíciles circunstancias como lo anunció el Comandante, emitiremos nuestro voto en un momento de contraofensiva popular, de renovados bríos.
Luego de la muerte física del Comandante, la Revolución ha atravesado ataques y amenazas de todo tenor, que no cesarán mientras exista una burguesía vendepatria y un imperialismo que la utilice y la sostenga.
Sin embargo, estamos de nuevo en el camino ascendente del pueblo. Estamos desarrollando la batalla por la transformación del modelo económico.
Es decir, estamos llevando adelante una tarea que el Comandante había anunciado para esta nueva etapa, y que debemos asegurar que se lleve adelante en cada palmo del territorio nacional.
La contraofensiva revolucionaria comandada por el presidente Nicolás Maduro, con amplio apoyo popular, ha encendido los corazones patriotas y ha alejado toda posibilidad de congelamiento, todo peligro de estancamiento de la revolución. ¡En eso estamos!