Desde los años 60 hasta finales de los 80, la unidad de la izquierda era más que nada una quimera. Realmente, visto a la distancia, no tenía muchas posibilidades de concretarse. Y no se concretó por más nobles esfuerzos que algunos hicieron.
En los años 90, sobre todo en su última parte, la unidad de los partidos y movimientos sociales fue una construcción política necesaria para llevar a la Presidencia al comandante Hugo Chávez y con ello abrirle paso a la Revolución Bolivariana. El mismo Comandante fue armando esa unidad con paciencia y audacia y el pueblo respondió a la convocatoria.
Desde 1999 hasta el día de hoy, la unidad del pueblo ha sido la garantía de que la Revolución se haya sostenido en medio de los conflictos y tempestades.
Pero debo decir con claridad que, de todos los momentos transcurridos, si hay alguno en que la unidad de todos los patriotas es indispensable o por mejor decirlo, absolutamente imprescindible, es este tiempo que hoy estamos viviendo.
No fue una consigna más, el llamado a la “unidad, lucha, batalla y victoria”. No fue un lema circunstancial que improvisó Chávez con su gran talento de comunicador. Fue, así lo siento, una voz desde el alma, desde el propio centro del drama personal que estaba viviendo el Comandante.
Una voz de mando, por cierto, para nada triste, sino repleta de seguridad y de confianza en su pueblo y en los equipos que él había formado. Estoy seguro de que había en sus palabras una íntima satisfacción combativa. Lo había dicho una y otra vez: Chávez ya no era él, sino que en cierta forma lo éramos todos, lo somos todos.
Digo estas cosas, porque (lo repito) creo que este es un momento especial donde el apoyo al presidente Nicolás Maduro y a su gobierno, por parte de todos los patriotas, ha de ser absoluto e incondicional. Y también diría que apasionado. ¡Qué nadie le regatee a la Revolución ni una mínima parte de su ánimo! ¡Vamos, vamos, vamos! Con toda la fuerza moral de nuestro pueblo, que siempre ha demostrado estar históricamente claro, acompañando al presidente Maduro en la construcción del socialismo y la defensa de la Patria.