Placeres hechos y derechos|¿ Qué puede haber de feminista en una carne con papa? (Opinión)

Hablar de pornografía, como hablar de sexualidad en general, sigue siendo, lamentablemente, un tabú. De hecho le llamamos “carne con papa” para que nadie sepa de qué estamos hablando. Pero la realidad es que la mayoría hemos visto, escuchado o leído pornografía. Nos dice cómo besarnos, cómo quitarnos la ropa, dónde tocarnos, cómo debemos expresar placer, cuáles sonidos, dónde y con quién debemos tener relaciones sexuales y dicho de manera claramente diferenciada para mujeres y hombres.

La pornografía nos modela para ejercer nuestra sexualidad, la que por decir lo menos, debe ser heterosexual, reproduce la heteronorna.

En la pornografía normativizada, el placer de la mujer existe solo en función del placer del hombre. Nos causa curiosidad por qué no aparecen penetraciones a hombres con dedos, dildos, juguetes, puños o pies, por parte de mujeres; por qué el rostro del hombre en la pornografía aparece tan escasamente, al contrario de su pene que goza de primer planos recurrentes; por qué la penetración ocupa tanto en la cinta; por qué nunca vemos eyaculaciones de mujeres; por qué en ella no vemos el primer plano de un pie de mujer; y quizá la pregunta más importante: por qué los cuerpos siempre son los mismos, dónde están las y los llamados obesos ¿no tienen sexo?, dónde las y los negros, dónde las y los indios, dónde las y los tatuados, dónde las y los adultos mayores, dónde las y los que tienen alguna discapacidad… si la pornografía nos enseña a “coger”, que sexualidad tan hegemónica la que nos muestra ¿no?.

La hegemónica representación cultural de las sexualidades que responden a los intereses del capitalismo-patriarcal, son por ende: machistas, misóginas, sexistas, clasistas, racistas, neocolonialistas y heteronormativas.

Si la sexualidad es la función humana presente desde que nacemos, hasta que morimos, encargada de proporcionarnos placer, cabe pensar que el sistema dominante ha desarrollado formas de regularla, para controlar nuestro placer y como el control de la sexualidad de las mujeres es fundante del patriarcado, el control de su placer es histórico. Ante esto la creación de otros símbolos y representaciones a través de la pornografía feminista, busca mostrar otros cuerpos, deseos, prácticas, encuadres; un ejercicio otro de la sexualidad, que sea disidente y nos emancipe del que nos han impuesto.

T/ Indhira Rodríguez @IndhiraLibertad
Bunke (Colectivo Feminista por el derecho al placer)
bunke.porelplacer@gmail.com

De que año es la reseña, ciertamente, esta desactualizado recomiendo a la autora revisar por lo menos mas pornografia actual, creo que ella habla solo de la porno que ha sido dominante pero en los actuales momentos existe mucha diversidad, lo que ocurre es que algunas industrias del porno siguen con los patrones que eran dominantes.

  • La autora del artículo desconoce la diversidad y la amplitud -para bien o para mal- de la producción de pornografía en las sociedades contemporáneas.

  • Este artículo o es muy pero muy viejo, o está desactualizado. Ahora hay hasta mujeres que escriben y dirigen dentro de la industria pornografica, ya no es sólo la utilización de la mujer como objeto pornografico , al hombre también se le usa, y hay desde enanos hasta obesidad y más allá de la tercera edad. Pero como toda actividad humana, tiene su parte oscura y detestable.