Nuestro presidente obrero Nicolás Maduro debe estar alerta porque en las instancias del poder abundan especialistas en economía, asesores y demás maestros de los números con mentalidad burguesa que lo único que hacen es calcular decisiones en función de los intereses de las élites y poco, pero muy poco, en función de favorecer al pueblo y a la patria.
Maduro dijo durante la presentación de su Memoria y Cuenta/2014, en febrero, que tenía un gentío alrededor pidiéndole que devaluara la moneda, ¡Alerta Comandante obrero! porque a veces hay que cuidarse más de la gente cercana y disfrazada que de aquellos que atacan frontalmente desde lejos.
Reunirse con la Ford y realizar acuerdos demuestra flagrantemente que hay intereses dispuestos a ceder la soberanía económica. Las transnacionales gringas han robado siempre en nuestro país, su propósito es mantener el suelo colonizado económicamente y contribuir a un mercado abierto para elevar la producción y rentabilidad de las fábricas y sus dueños en Estados Unidos.
Es inconcebible que el Gobierno Bolivariano se reúna a “conversar” con quienes fungen como actores principales del desangramiento de la economía nacional a través de las solicitudes de divisas. El automotriz está de tercero en el ranking de sectores que piden más dólares, solo detrás de alimentos y medicinas. En la guerra económica ellos son enemigos de la patria, son el parásito que enferma el organismo de nuestro país. Ellos son el cáncer a extirpar.
Los economistas que afirman que darle más dólares a las corporaciones de vehículos, permitirá que aumenten su producción y reactiven el parque industrial venezolano son simples farsantes. Una compañía estadounidense en suelo venezolano no tendrá otro propósito más que mantener las condiciones de dependencia económica de nosotros hacia ellos, mantenernos subdesarrollados, oprimidos y subordinados. No hay que creerle a estos mentirosos que nos dan un espejito mientras nos quitan el oro.
¿Por qué no se establecen convenios de fabricación, no ensamblaje, de vehículos con compañías de otros países que no sea EEUU? Acá tenemos toda la materia prima necesaria para crear un carro desde cero: ¿es acaso muy difícil y se requiere tecnología espacial para lograrlo? ¿No puede haber un proyecto del carro 100% venezolano? ¿No contamos con ingenieros o gente preparada? Debemos establecer prioridades y dejar de escuchar a los economistas burgueses que como quintacolumnas destruyen lentamente al proceso desde dentro.