Por Marcelo Barros|“¡Nuestro norte es el Sur!” (Opinión)

Hoy es domingo 21. El 21 de setiembre marca en el Hemisferio Norte el inicio del otoño y en el Hemisferio Sur la venida de la primavera.

En el siglo XVI, al llegar a la Argentina, los misioneros europeos escribieron: “Acá todo es al contrario. En el cielo, las estrellas son otras y, en la tierra, las estaciones también. En el verano hace frío y en el invierno, calor”. Ellos pensaban así porque miraban al Sur desde el Norte.

Durante siglos esa fue la visión dominante y aún es la cultura de las élites de nuestros países. La ciencia, la política y el arte siempre fueron definidas por el interés de las potencias del Norte que nos colonizaron e impusieron su forma de ver el mundo y la vida.

Actualmente, más de cinco siglos después, nosotros, latinoamericanos conscientes, queremos liberarnos de esa herencia colonial y valorar nuestro modo de ser y vivir.

En ese sentido, Telesur cumple una función profética al recordar: “¡Nuestro norte es el Sur!”. Sin embargo, es necesario profundizar las implicaciones y consecuencias que eso tiene.

En el nivel ecológico, las estaciones ya no son tan definidas y los movimientos sociales luchan en defensa de la Madre Tierra, del agua y de la integridad de la naturaleza.

En el campo político, diversos países del continente están rompiendo con los dogmas del capitalismo individualista. Quieren un nuevo tipo de socialismo latinoamericano fundamentado en la experiencia secular de las comunidades indígenas y de su propuesta del Bien Vivir.

Los sueños del Liberador Simón Bolívar son actualizados en la liberación de los imperios actuales, en la integración de nuestros países en una sola Patria Grande y, finalmente, en la construcción de un nuevo socialismo más justo y democrático.

Durante el próximo mes los pueblos de Brasil y Uruguay estarán votando para elegir al Gobierno Federal y también, al menos en Brasil, para escoger los gobiernos provinciales. Los movimientos sociales insisten en que uno de los criterios importantes de la elección sea la disposición de la candidata o el candidato en adherirse e impulsar más la unidad de nuestros países del Sur, así como fortalecer los organismos de integración latinoamericana y caribeña.

Esta primavera comunica también su espíritu al camino social y político de nuestros pueblos en dirección a un nuevo Bolivarianismo.

Hacen 50 años, el papa Juan XXIII pedía a Dios una nueva primavera para la Iglesia. Actualmente el papa Francisco nos llama a la solidaridad, tanto en las Iglesias, como en el mundo. Así aprendemos a mirar el mundo y la vida desde el Sur y a que la primavera nazca para todos.

Irmarcelobarros@uol.com.br