Por Ramón Alirio Contreras G.|El “cambio” en Argentina (Opinión)

La voracidad con la que Mauricio Macri asumió el Gobierno de la República Argentina le ha valido en poco tiempo un impacto negativo en sus niveles de aceptación entre la opinión pública, que ya empieza un franco y acelerado descenso.

Las medidas tomadas por el Gobierno de derecha que lidera ha impactado negativamente en el poder adquisitivo y en la estabilidad laboral de miles de ciudadanos, muchos de los cuales votaron por “el cambio”, que terminó siendo un retroceso a prácticas propias de los años 90 y comienzo del siglo XX.

El incremento en los costos de servicios básicos, los despidos masivos y otras series de medidas, como la liberación del precio del dólar, la orientación prioritaria de incentivos hacia el sector privado, en detrimiento del beneficio social, han generado un caldo de cultivo muy peligroso que puede afectar la gobernabilidad de Argentina.

A todo esto se suma una política de desconocimiento de los logros alcanzados en la recuperación de la memoria, la verdad y justicia que durante la época del llamado “kirnicherismo” tuvo grandes avances, en un país que formó parte del horror del Plan Condor. 1

Muchas heridas que no han terminado de sanar, pero que las acciones del nuevo Gobierno han reabierto con declaraciones y acciones que han rememorado los tiempos más oscuros de la política represiva de las dictaduras que asolaron al país austral.

Ni hablar de los desaciertos en su política exterior con la región. Macri no engañó a nadie. En diversas declaraciones dadas durante los últimos años siempre ha mantenido clara su orientación neoliberal, su convicción de que el Estado es un administrador fiscal y que las industrias de producción y, especialmente las de servicios, deben estar en manos privadas.

Su Gabinete lo conformó con personas vinculadas a empresas transnacionales, lo cual significó una gran alegría para el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ya manifestó su beneplácito por las medidas tomadas por Macri.

Muchos hablan del retorno de la derecha a América Latina, en vista del triunfo en Argentina, en la Alcaldía de Bogotá y en la Asamblea Nacional (AN) venezolana. Sin embargo, aún queda mucha fuerza popular en el continente. Venezuela, pese a la crisis actual y el acoso del sector empresarial y de factores internacionales, aliados con la derecha criolla, aún cuenta con una inmensa reserva moral y revolucionaria que está atenta a defender sus logros. Pero eso no es garantía de que la derecha pueda tomar el poder, ya sea por la vía electoral, ya sea por atajos peligrosos.

alirio.contreras@gmail.com
Caracas