«La iglesia y todos los espacios que la componen son centros abiertos para la atención al público en el culto religioso y a menos que se esté presentando una emergencia muy grave y que no existan otros lugares que funjan como albergues, éstos no deben utilizarse para resguardar las personas que estén damnificadas».
Éstas fueron las palabras del cardenal Jorge Urosa Savino, al consultársele acerca de la posibilidad de que los espacios eclesiásticos sirvan como refugio a los afectados por las lluvias. «Esos lugares no están aptos para atender a un gran número de personas por tiempo indefinido. No cuentan con los suficientes baños ni la distribución necesaria», agregó.
Por otra parte, no descartó que las instituciones educativas privadas y algunas instalaciones utilizadas para los retiros espirituales y convivencias puedan ser acondicionadas como refugios, en caso de que la emergencia sea extrema en el país. «Hay que esperar a ver qué pasa, porque debemos tener en cuenta las dificultades escolares que esto acarrearía por una parte, y por la otra, hay que tener claro que se deben respetar los lugares creados para el culto. Ese también es un derecho. Esperemos que las lluvias cesen», acotó.
Sin embargo, aseguró que la organización «Cáritas» ha atendido a más de 10.000 personas afectadas, distribuido 48 toneladas de comida, mil estuches de higiene personal, 26 toneladas de agua potable, 300 colchonetas, además de la ayuda psicológica que le brindan a las víctimas.
También informó que en Caracas han habilitado ocho centros de acopio y aseguró estar trabajando dentro de sus posibilidades. «El Gobierno se pregunta dónde estamos pero nosotros no tenemos equipos de prensa que nos sigan a todas partes», dijo, según la publicación digital del Diario El Universal.
Los espacios eclesiásticos que podrían estar disponibles….pero
El cineasta Tamanaco de la Torre, quien realizó una investigación acerca del comportamiento eclesiástico en su texto «Con la Iglesia hemos topado, Sancho», hace referencia a dos instalaciones que posee el clero en Caracas, y que bien podrían albergar a un número significativo de familias que no tienen dónde vivir.
La casa de la Hacienda Montalbán ubicada en la urbanización Montalbán de Caracas, es sólo una de las infraestructuras óptimas para el alojamiento con el que cuenta la Iglesia en Venezuela. La hacienda posee espacios muy amplios que permiten albergar, además de una casona, extensos jardines y un antiguo trapiche para el procesamiento de la caña de azúcar. A partir de 1990, la Conferencia Episcopal Venezolana dispone de esas instalaciones para las actividades del secretariado permanente, sus departamentos y la Casa de Retiro Arzobispo Ibarra.
De La Torre, también se refiere a Pozo de Rosas o Casa del beato «Duns Scoto», un lugar ubicado en San Pedro de Los Altos, vía Los Teques, estado Miranda, que cuenta con las instalaciones idóneas para la estancia de muchos de los damnificados, mientras sea necesaria.
En el portal web de este lugar el centro es descrito como un espacio de «cómodas» habitaciones sencillas, dobles, triples y múltiples. «Son acogedoras, frescas, relajantes y con una vista encantadora. Allí existen 12 salones con capacidad de hasta doscientas personas cada uno, en los que se pueden realizar actividades de formación«. Además, ofrecen «servicios recreativos para niños y adultos».
UN DOBLE DISCURSO
Para Ronald Muñoz, autor del libro «El Vaticano al descubierto», quienes han sido designados como representantes de la Iglesia no se cansan de aplicar un doble discurso. «Mientras dicen que su tarea es hacer el bien al prójimo, le dan la espalda a la consolidación de los procesos sociales». Agregó que en este caso de emergencia, la Iglesia católica se lava las manos porque siempre ha sido un actor histórico ligada a la derecha y a la oligarquía, por lo que no soportaría contribuir con que el Gobierno Bolivariano le esté dando respuesta al pueblo que lo necesita.
EMERGENCIA SIN PRECEDENTES
Hasta ahora, las peores lluvias registradas en 50 años en Venezuela han ocasionado inundaciones en la mayoría de los estados, con más de 110 mil damnificados que están siendo atendidos en forma integral en más de 770 refugios, levantados por el Gobierno Bolivariano en una inédita operación de salvamento y rescate.