Manifestó Eduardo Sánchez, este lunes |“La universidad se ha convertido en la fábrica de mano de obra barata del capital”

Eduardo Sánchez, presidente del Sindicato de Trabajadores de la UCV

El presidente del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Eduardo Sánchez, expresó este lunes que producto de las políticas neoliberales aplicadas por gobiernos anteriores, la academia universitaria se ha convertido en “la fábrica de mano de obra barata para del mercado del capital” y no al servicio de los intereses del país.

Durante su participación en el programa D Frente, transmitido por Venezolana de Televisión (VTV), Sánchez afirmó que es una gran contradicción que diversas universidades autónomas en el país utilicen los recursos del Estado para formar “los cuadros técnicos empresariales de la clase capitalista”.

“Es decir, con el presupuesto de la nación que pagan todos los venezolanos , se forman los cuadros técnicos empresariales de la clase capitalista; pero para el desarrollo del país, eso no tiene sentido. Se debe invertir esa pirámide”, dijo.

Sánchez agregó, en ese sentido, que hay un sector minoritario que se resiste a cambiar las estructuras excluyentes de las universidades para seguir concentrando el poder.

“Nosotros creemos que la educación universitaria debe desmontar ese modelo, en donde los profesores son la concentración de poder (…) es tan excluyente, que ni siquiera los profesores universitarios que son de la nueva categoría, los contratados y quienes fungen como instructores, no tienen derecho al voto”, explicó.

Por último, el presidente del Sindicato de Trabajadores de la UCV precisó que la discusión sobre una nueva Ley de Educación Universitaria, impulsada por el Gobierno Nacional, es el debate más importante de las instituciones académicas.

T/Luis Lovera Calanche
Foto/Archivo

Mientras sigamos permitiendo que un grupúsculo de personas, que están arraigadas,
y administrando los dineros del pueblo como si fuera el patio trasero de su casa,
no avanzaremos. Entonces hay que tener decisión política para resolver y quitar esos espacios ganados por cierto grupo de profesores que manejan la universidad como si se tratase de un club privado, que por cierto pagamos todos, se hace necesario una autonomía económica , valga decir la administración del manejo económico, manejado si por la universidad, pero que la universidad asuma que autonomía también significa responsabilidad y autofinanciamiento por lo menos un gran porcentaje de lo que da el estado debe ser retribuido por la comunidad universitaria para el avance de la misma, entonces a trabajar todos para hacer a la universidad un modelo autosustentable, y que sea esta innovación un modelo para el mundo, un método mas viable y plural

  • Este es el mismo problema que tenemos los argentinos: el gran parásito imperial nos succiona no sólo nuestras riquezas físicas sino también nuestra riqueza intelectual. Eso de la «excelencia» universitaria hoy es sólo un mito pues la formación que se imparte en nuestros establecimientos académicos está concebida y estructurada para «adoctrinar» más que para formar profesionales y con ellos, así formados, el sistema imperial atiende sus necesidades tecnológicas en lo militar, empresarial o industrial, abandonando la concepción comunitaria para la cual debería estar destinada nuestra educación social. El dios Mercado sólo desea rodearse de profesionales que entiendan y sirvan a los objetivos de sus muy sectoriales intereses, planes y proyectos y excluyendo en consecuencia todo lo que él considere no le afecte o sea de su incumbencia. Es muy cierto que «hay que invertir la pirámide». Esto sólo se logra a través de una verdadera Ley de Educación Universitaria.