¿Quiénes somos?, ¿por qué somos lo que somos?, ¿de dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos?, ¿qué rumbo deberá tomar el país?; pero principalmente, ¿cuál es el papel que debería jugar el venezolano revolucionario en tiempos cuando la Revolución chavista atraviesa por un evidente proceso de transformación? Lo más seguro es que las respuestas se puedan encontrar en una interesantísima ciencia: la historia.
¿Un congreso para debatir sobre historia en una crisis económica?
Sí. Tal parece que estas y otras interrogantes que van y vienen por el viento arribaron el viernes en la instalación del Congreso de la Patria, capítulo Historia, Memoria y Patrimonio, con epicentro en un sitio que condensa no solo una energía ancestral, sino a los especialistas en la materia: el Centro Nacional de Historia (CNH), Foro Libertador, Caracas.
¿Y la crisis cultural, la pérdida de valores y de identidad, qué con eso?
“Creo que esta iniciativa puede ayudar muchísimo a superar las dificultades que estamos atravesando”. Así lo subrayó el jefe del Bloque de la Patria y diputado a la Asamblea Nacional por el estado Bolívar, Héctor Rodríguez, quien recalcó que “si perdemos el poder político en Venezuela estamos siendo irresponsables, ante la historia, del papel que nos toca jugar en la humanidad”.
Llega siguiente pregunta que atraviesa el cristal de los ventanales del CNH: ¿qué hacer entonces en este momento donde la crisis económica asfixia a todos por igual?
Rodríguez reitera que la solución es “hacer lo mismo que hemos hecho en toda la historia, lo que hizo Bolívar, nuestros caciques, Zamora, lo mismo que ha hecho este pueblo históricamente: luchar y batallar”.
La otra interrogante que vuela como la pelusa que destila los samanes que adornan el Foro Libertador: ¿cómo dar la batalla, con qué recursos, qué armas se van a utilizar?
“Hay distintas formas de batallar. Este es un espacio (el Congreso de la Patria)”, remarca el diputado, que permite “batallar para defender nuestra identidad, por defender lo que somos: estudiando, reflexionando, debatiendo”, pero que “sin duda alguna la principal batalla que hoy tememos que dar es la económica”.
Ahora bien, ¿qué factores hacen difícil que la Revolución bolivariana salga victoriosa de esta batalla?
“La circunstancia económica y la ausencia del comandante Chávez son dos factores de muchísimo peso en el resultado”, continúa el parlamentario, quien también resalta que “la batalla es simbólica”, por defender los fundamentos culturales que se han venido sembrando en los últimos años, y que “independientemente de cómo se resuelva esta coyuntura política, el chavismo va a seguir siendo una fuerza histórica” y “estoy seguro de que saldremos victoriosos”.
Se habla de una pelea de ideas, del intelecto, un debate cuerpo a cuerpo, ¿pero qué pasa con el espíritu?
“Tenemos que batallar también por la paz del país. ¿Tenemos diferencias?, ¡sí!”, pero “el debate no es cómo anulamos esas diferencias, sino en cómo administramos esas diferencias”, expresó Rodríguez, quien cree que deben confrontarse las ideas.
¡Bueno, bueno!, y si se habla de diálogo, ¿por qué no debatir con la oposición sobre cómo sacar al país adelante?
“La oposición venezolana que tenemos no es tan amorosa, por el contrario, un poco miserable, y va a tratar de aprovechar esta circunstancia —que sin duda alguna es la mejor circunstancia que han tenido— para tratar de sacarle provecho político a esta emergencia”, sostiene el parlamentario, quien agrega que la oposición no quiere que los venezolanos encuentren las respuestas a estas inquietudes y “quiere que esa conciencia que impone el imperialismo se imponga con mayor facilidad”.
En definitiva, sean cuales sean las preguntas, tal parece que en esencia cada inquietud encuentra un alivio, una luz que despierta la sabiduría, en la historia; por algo será que la profesora Chela Vargas, quien participó en el evento, mantiene la idea de que “la historia no es un absurdo, la historia es la que incluye al hombre en su propia historia y lo hace humano”.