El poeta, escritor, diplomático y periodista matagalpino (Metapa, hoy Ciudad Sandino, 18 de enero de 1867), Félix Rubén García Sarmiento, más conocido como Rubén Darío, pervive en la memoria colectiva de su pueblo y es su orgullo, como le corresponde a uno de los próceres más ilustres de Nicaragua.
Este lunes se cumplen 149 años del nacimiento del llamado príncipe de las letras castellanas, autor de “Azul” y de “Prosas Profanas”. No menos importantes son sus “Escritos Políticos” y otras obras que todos y todas, sus coterráneos e hijos de la Patria Grande deben leer, al menos una vez en la vida.
En su autobiografía cuenta que fue algo como niño prodigio. “A los tres años sabía leer, según se me ha contado. Poseía una superdotada memoria, gozaba de una creatividad y retentiva genial, y era invitado con frecuencia a recitar poesía en reuniones sociales y actos públicos”.
Su legado inspira a seguir construyendo la Patria libre, digna y próspera, ha dicho de él la Rosario Murillo, Coordinadora de Comunicación y Ciudadanía, cita La Voz del Sandinismo.
Herencia, legado y por supuesto, “la obligación, el deber de cantar, de construir cada día afirmando la paz, la Patria libre, la Patria tranquila, la Patria segura, la Patria digna, la Patria próspera; construirla todos juntos con ese legado hermosísimo, fecundo de Rubén, de Sandino”, agregó.
Mucho se ha escrito sobre la obra y el estilo de Darío. Algunos autores han referido la influencia de los franceses Víctor Hugo y Paul Verlaine en ellos; otros, los más, han destacado la maestría de su crónica y su forma de hacer el discurso poético.
La poesía de Darío es patriótica, militante, nacionalista. El bardo fue diplomático, función que lo ayudó muchas veces a relacionarse, a sobrevivir, a conocer otros horizontes. Como tal es el representante más caracterizado de Nicaragua, ya que al conjuro de su nombre se abren puertas.
Sus cuentos, artículos y poemas son carta de presentación y Nicaragua aparece definitiva e irrevocablemente ligada a su nombre y a su gloria. Darío es hoy parte fundamental de nuestra diplomacia y de nuestra cultura.
Este 18 de enero nos regala un poeta grande entre los grandes, orgullo de nuestra Patria, y nunca ha sido mejor dicho, como en la canción “Nicaragua mía”: “solo en Darío se explica, la inmensidad de su creación”.
Con motivo de este aniversario instituciones culturales de Nicaragua tienen la intención de publicar la obra dariana y acompañarla de otras acciones de acercamiento, como la apertura de una página web del Foro Nicaragüense de Cultura con diversas e interesantes propuestas.
Los internautas tendrán a mano en ese sitio todos los títulos y autores relacionados con Darío, más de 400 poemas escritos desde que tenía siete años hasta su tránsito a la inmortalidad, el 6 de febrero de 1916, y 26 títulos clasificados como obras desconocidas y publicadas póstumamente.
Un detalle de la obra de Rubén Darío es que creó más de dos mil 500 personajes y escribió seis novelas, muchas más que otros escritores destacados de su tiempo y posteriores.
También por estos días tiene lugar en León, su patria chica, y en cuya catedral se hallan sus restos, el decimocuarto simposio internacional que evoca su nombre y en el que unos 300 invitados están abundando en su obra.
En una de sus evocaciones de Darío, Rosario destacó que “sobre todo tenemos que apropiarnos de su obra, reconocernos en ella, reconocernos en ese valor universal de Darío el innovador, (de) Darío el creador, (del) Darío antiimperialista, pensador”.
Darío nos quiso como país, con la voz en alto, con la estatura que corresponde a un país de la dignidad de Nicaragua, Darío que nos puso en alto en todas partes y soñó grande la Patria.
Cuánta fortaleza en la grandeza de Darío, cuánta fortaleza para Nicaragua en la grandeza de Darío, y tenemos que celebrarlo en grande desde todos nuestros espacios, desde todas nuestras posibilidades”, señaló Rosario.
El mundo de las letras conmemora este lunes el aniversario 149 del natalicio del bardo, y el 6 de febrero, el centenario de su muerte.
Con motivo de esta última fecha, el presidente Daniel Ortega decretó a principios de este año dedicar toda la labor del Estado en 2016 a honrar al Padre del Modernismo.