Pobladores denunciaron que los fallecidos habían sido retenidos por el Ejercito|Cuatro indígenas de la etnia Awá fueron asesinados en el sur de Colombia

Cuatro personas pertenecientes a la comunidad indígena Awá en Colombia fueron asesinados en  una zona rural del departamento de Nariño (sur) en circunstancia aún desconocidas las cuales están siendo investigadas por organismos del Estado, informaron este viernes autoridades locales.

Los cuerpos sin vida de tres hombres y una mujer de la etnia aborigen fueron encontrados con varios impactos de bala el jueves por la noche, sostuvo el asesor de paz del gobierno local,  Zavier Hernández en una entrevista telefónica ofrecida a medios de comunicación colombianos.

El asesor de paz indicó que existen versiones contradictorias sobre los hechos por parte de los cuerpos policiales y los habitantes de la localidad.

Por un lado, los agentes del orden sostienen que los nativos formaban parte de »una banda delincuencial que actúa en ese sector», pero por el otro, los pobladores informaron que los cuatro fallecidos habían sido retenidos por el Ejército del país y luego fueron puestos en libertad tras comprobar que no poseían antecedentes penales.

«Según las informaciones de que disponemos, fueron dejados en libertad hacia las 18H30 locales del jueves (23H30 GMT), pero hacia las 20H00 (01H00 GMT) fueron encontrados los cuerpos que presentaban impactos de bala», detalló  Hernández.

Un vocero de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) añadió que «se desconocen los motivos del crimen».

No es la primera vez que miembros de la etnia Awá son asesinados en extraña circunstancias en Colombia.

Doce indígenas Awá, entre ellos cuatro niños, uno de los cuales tenía tan sólo un año de edad, fueron asesinados en agosto del año 2009 por desconocidos en un resguardo del departamento de Nariño, suroeste de Colombia, informaron fuentes  aborígenes en esa oportunidad.

Poco después del hecho, el secretario general de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), Luis Fernando Arias, indicó que la matanza había sido  »perpetrada por hombres armados y uniformados», en una casa del refugio Gran Rosario, entre los municipios colombianos de Barbacoas y Tumaco, a unos 700 kilómetros al suroeste de Bogotá.

En agosto de 2010, el gobernador indígena, José Antonio Yalanda, del resguardo (localidad) La María, ubicado en el suroeste de Colombia, denunció que los originarios continuamente reciben violaciones a sus Derechos Humanos y remarcó que existe un desconocimiento histórico a sus reivindicaciones.

A finales del 2009,  la Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Navi Pillay, instó al Estado colombiano a tomar acciones para resguardar la vida de los aborígenes de ese país.

Fuente/teleSUR