Una noticia anda circulando de forma viral por las redes sociales: “Botan a periodista de VTV (Alexander Zapata) por criticar al seguro social” . La nota, lanzada al ruedo por el señor Alberto Federico Ravell a través de su portal familiar “La Patilla”, obtuvo más de 8200 vistas en tan solo un par de horas, y ha puesto a más de un reconocido colega a echarse cuchillo entre sí. Pero ¿Qué hay de cierto en esto?
VERSIONES
Según el portal, Alexander Zapata habría sido despedido por escribir en su cuenta personal en Twitter “el seguro social en Venezuela es un cáncer pese a que los venezolanos le pagamos el salario a la cuerda de vagos que ahí trabajan”.
Más allá de si es cierta o no esta afirmación, vale la pena preguntarse: Si ese mensaje fue publicado el 1ero de octubre del 2013, ¿por qué el despido se da diez días después (según el documento exhibido en la nota) y se denuncia mediáticamente luego de cuatro meses de haber ocurrido (el 28 de febrero del 2014)?
La verdad, es que al periodista Alexander Zapata lo botaron, sí, pero por incumplimiento laboral: por abandonar su trabajo en medio de una trasmisión presidencial, algo que se asemeja más a la lógica y el compromiso periodístico que la censura.
¿O acaso las televisoras privadas no botarían a un empleado que abandone el estudio en medio de la jornada y sin ningún reemplazo disponible? Por eso, su despido esgrime “falta de probidad en el cumplimiento de sus funciones como presentador IIII de esta empresa”.
LO CONVENIENTE
Sin embargo es más conveniente para ciertos sectores, obvio, soltar esto en medio de la desestabilización y la guerra mediática que impulsan contra el gobierno nacional. Aún así, Alexander Zapata alega que el caso salió a la luz pública por decisión del Colegio Nacional de Periodistas (CNP).
¿El mismo CNP que jamás se pronunció ante el despido injustificado de la periodista Daniela Rivas de Meridiano, por ejemplo? Pero, además, fue él mismo y no el CNP quien rindió declaraciones telefónicas a Radio Caracas Radio (RCR) para despotricar del canal del Estado y…….. del gobierno.
Zapata también afirma que “no quiere fama ni trabajo”, pero cuando Rafael Poleo, “valiente” agitador desde Miami, editor de la revista Zeta y el diario El Nuevo País, le escribió: “Colega Zapata: Si está sin trabajo, le ofrecemos pegarse en El Nuevo País”; rapidito respondió: “con gusto. Dígame cómo hago. Saludos y gracias por la oferta”.
NADIE ME QUIERE TODOS ME ODIAN
Además, el periodista ha menospreciado la labor o el talento de sus ex compañeros de trabajo al calificarlos como una especie de “periodistas militantes” pero acaso ¿él mismo no desempeñó ese rol durante más de cuatro años de servicio? Incluso en una oportunidad dialogó y bromeó en vivo con el Presidente Hugo Chávez acerca de la corbata que el mandatario le había obsequiado al periodista Perez Pirela.
¿Por qué no aprovechó la ocasión para reclamarle al Jefe de Estado, ante las cámaras además, el presunto infierno laboral que vivía y denunciaba por twitter?
Aún así, el periodista ha recibido, a través de las redes, la solidaridad del chavismo y el desprecio de ese sector opositor al que ahora apoya. Para muestra un botón: “¡¡¡Pajúo!!! Seguro que eras chavista y por eso trabajabas ahí” o “Esto te servirá para aprender a no venderte por cuatro lochas o ¿no sabias con qué clase de gente trabajabas? Eras un cómplice”.
Tanta apariencia de convicción chavista para, precisamente en este momento en que se quiere vender la imagen del “gobierno represor”, promover un caso en que politiqueriza una situación laboral y ponerse a la orden, “con gusto”, bajo las faldas de Poleo. Ese plato de lentejas como que estaba piche.
Tomado misionverdad.com (Para ver el artículo original ENTRA AQUÍ)