El doctorcito Sharp recetó un jarabe de quinina con aceite de hígado de bacalao cuyos componentes ocultos son: protesta, no cooperación e intervención. Así reza el recetario.
Trago largo, pueblo, trago largo. Bébelo rapidito, pueblo, sin mirarlo.
Marchar con cruces, con velas encendidas, bailar para drenar, vociferar, cacerolear, en fin: protestar. Los enfermeros del fulano doctor aconsejan desconocer este Gobierno por “ilegal, ilegítimo, inmoral y criminal”, incitan a la desobediencia, resistencia civil, rebelión, autonomía, autogobierno y autodefensa.
Alguien superiorísimo susurra a nuestros oídos que todo está mal en “este país”, aunque estés feliz; que ya no se puede viajar, aunque viajes; que nos estamos muriendo de hambre, aunque comas; que no hay papel tualé aunque no hayas dejado de limpiarte el fundamento y sepas quién y dónde lo tiene escondido.
En secreto inducen a alienarse, enajenarse, caminar por el filo de la muerte, odiar. Locura total. Obviamente la violencia es parte de los ingredientes que se generan espontáneamente porque siempre hay alguien que se cansa de cancioncitas y consignas, de manifiestos y comunicados, de marchitas pallá y marchitas pacá, con cruces o con luces, de negro o de blanco.
Unos por un lado con sus campañitas. Otros pulsando ante organismos internacionales. Otros más allá dando instrucciones desde Miami o desde Atlanta.
Y unos aquí, en la pata de la oreja de uno, caceroleando. Las cacerolas siguen sonando aunque por mi barrio, me perdonan los que lo llaman urbanización, lo que suena es una ollita. Ayer comenzó a sonar a las 8:39 pm a pesar de que el llamado era sonar a las 8 ocloc. No obstante comenzar con retraso inobjetable el pobre caceroleador, supongo que es un macho por la profundidad en el toque, tardó exactamente cuatro minutos dándole al perol.
El doctorcito Sharp nos recetó quinina con bacalao. Tal como a Juan Bimba. Trago largo, Juan, trago amargo, tómalo pero… ¿cómo que no lo mire? Es menester mirarlo. ¿Quién paga los muertos y heridos de este experimento? ¿Dónde diablos está el doctor Sharp? No queremos tomar más de ese jarabe. Ya ves que no funciona. Somos Venezuela. Tendrás que tomarlo tú, míster, pero le quitamos la quinina y le pondremos estricnina. Nos bajamos ese bacalao aunque te sientas mareao. Trago largo, míster, te daremos en la madre. Venezuela te dará en la madre. Tú verás.