El papa Francisco destacó hoy la necesidad de acabar con la corrupción y de respetar los derechos y necesidades de los ciudadanos comunes en una misa matinal en la Basílica de San Pedro, donde participaron 493 parlamentarios italianos.
Durante la homilía, a la cual asistieron nueve ministros, los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados y varios de sus miembros, el Sumo Pontífice criticó a la clase dirigente que se aleja del pueblo, lo abandona y comete actos corruptos.
Asimismo, condenó a aquellos que defienden solamente los intereses de un partido y malgastan energías en luchas internas, sin reparar en la situación de los ciudadanos de su país.
Francisco abogó, además, por evitar convertirse en políticos corrompidos que se centran en sus problemas y se justifican constantemente.