El agotamiento de los bosques de álamos y la falta de suficientes plantaciones generarán problemas a mediano plazo a muchos productores franceses, quienes utilizan esa madera para empacar diversos artículos, advirtieron hoy especialistas.
Las tres cuartas partes de los embalajes ligeros fabricados en la actualidad en el país galo se hacen con álamo, dijo Olivier de Lagausie, delegado de la organización nacional de esa industria.
Flexible, resistente y de poco peso, permite conservar durante largo tiempo los alimentos porque regula la humedad e impide el desarrollo de bacterias, además de ser de muy fácil transporte, destacó Lagausie.
Productos como los emblemáticos quesos camembert, un distintivo de la gastronomía francesa, son embalados en cajas de madera de ese árbol, de la cual también se fabrican las cestas destinadas a transportar las ostras, así como diversos tipos de frutas.
Sin embargo, con 240 mil hectáreas cubiertas con esta especie y la siembra anual 650 mil plantas, en los próximos seis años sólo se cubrirán la mitad de las necesidades, precisó el ingeniero agrónomo Éric Vandromme.
Francia es el segundo productor mundial, detrás de China, y en la actualidad exporta a otros países estos empaques, pero corre el riesgo de convertirse en un importador de no mejorar la situación, agregó.
Éric Paillassa, del Centro Nacional de la Propiedad Forestal, incitó a los asociados a acelerar la siembra de álamos y recordó que éstos, a diferencia de otras variedades, como el roble, pueden comenzar a ser explotados desde los 18 años.