Cerca de 400 pasajeros japoneses, de los 900 que arribaron este miércoles al puerto de La Guaira, estado Vargas, a bordo del Barco de la Paz, visitarán el Cuartel de la Montaña, última morada del comandante eterno de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, como una forma de reconocer a quien en vida fijó una posición importante a favor de la eliminación de las armas nucleares en el mundo.
Mediante una rueda de prensa, la directora del Pace Boat, Miwako Tamura, aseguró que su país lamentó la noticia de la desaparición física de Chávez, quien en nombre de la paz, dio su apoyo al tratado de no proliferación de armas nucleares y, luego de la catástrofe nuclear de Fukushima en 2011, excluyó la posibilidad de instalar en el país plantas de energía nuclear.
“Nosotros, junto al país de Venezuela, vamos a seguir luchando para conseguir la abolición de todas las armas nucleares”, comentó.
SOBREVIVIENTES DE HIROSHIMA
En este viaje global del Barco de la Paz, el número 83 y el 13 a costas venezolanas, destaca la presencia de ocho “hibakushas”, que en lengua japonesa significa “sobrevivientes”, del bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki, quienes decidieron contar sus historias, pues piensan que es necesario crear conciencia sobre la necesidad de erradicar el uso de armas nucleares y la instalación de plantas para la generación de esta energía.
“Tenía 16 años cuando sufrí la bomba de Hiroshima, el 6 de agosto de 1945. Vi como la cuidad se convirtió en un segundo en un campo quemado (…) Las personas que sufrieron las explosiones quedaron desfiguradas y no sabía identificar si eran mujeres u hombres”, contó Michiko Hattori, una de las sobrevivientes de esta catástrofe provocada por Estados Unidos.
Hattori era estudiante de enfermería para esa época y, luego de sobrevivir, “de forma milagrosa”, estuvo tres días atendiendo a los lesionados. Contó como muchos de los sobrevivientes, a los tres o cuatro días, poco a poco“iban muriéndose”.
“Este tipo de armas nucleares son un infierno experimentado por primera vez por la humanidad (en ese tiempo). Las bombas atómicas son armas que buscan la eliminación masiva de las personas y los rayos radiactivos (tienen efectos que) hacen sufrir por toda la vida a los seres humanos (que los reciben)”, dijo.
Recordó que en la masacre, en la que murieron instantáneamente más de 85.000 personas y otras 70.000 durante las siguientes 48 horas, dejó desde el punto de detonación de la bomba, un radio de tres kilómetros de total devastación.
“Como sobreviviente de la bomba deseo que ninguna persona sufra lo que yo viví, por eso estoy decidida a contar mi historia”, afirmó esta señora, quien felicitó la decisión de Venezuela de sumarse a la lucha contra las armas nucleares, al tiempo que dijo aspirar que el país tome el liderazgo en este sentido.
INTERCAMBIO CULTURAL
El acto de recibimiento del Buque de la Paz estuvo encabezado por Xoan Noya, vicecanciller para Asia, Oceanía y Medio Oriente, quien anunció que el barco desarrolla una agenda para la construcción de la paz a través del intercambio cultural.
“Venezuela es un país que históricamente ha defendido la no proliferación de armas de destrucción masiva; somos subscritores del acuerdo del Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe, firmado en Tlatelolco (México) en los años 60”, dijo.
Noya afirmó que Venezuela tiene un Gobierno, presidido por Nicolás Maduro, que sigue dando importantes pasos para la construcción de la paz, “a través de la cultura, la música, la enseñanza de valores en los que, por supuesto, el socialismo es esencialmente un pensamiento político destinado para la paz”.
En este contexto, los visitantes japoneses desarrollarán una apretada agenda que incluye además visitas guidadas al Panteón Nacional; la siembra de árboles en el Parque Nacional Waraira Repano, en compañía de los miembros de la Misión Árbol; un juego amistoso de béisbol menor en el estadio Héctor Brito de Naiguatá, y un intercambio musical con miembros del Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles en sedes de Vargas y Caracas.
La primera combatiente de Vargas, María del Valle de García, dijo que en el intercambio cultural “ocho muchachos de nuestra Orquesta Sinfónica, ocho estrellas de la bandera venezolana, estuvieron a bordo del Peace Boat y arribaron hoy al puerto de La Guaira, luego de haberse embarcado en Gibraltar (Reino Unido)». «Tuvieron una experiencia muy bonita de llevar la paz a través de la música”, comentó.
También compartió dentro del crucero una venezolana con discapacidad auditiva, quien dictó talleres de señas a los pasajeros.
A partir de las 7:00 de este miércoles se realizará el Festival de la Solidaridad Venezuela-Japón en los espacios abiertos del puerto de La Guaira, donde se efectuarán actividades de intercambio cultural para público de todas las edades, entre ellas talleres de origami.
TRAVESÍA
El Barco de la Paz es una organización no gubernamental con sede central en Japón, cuyo objetivo es promover la paz, el respeto por los derechos humanos, el desarrollo justo y sostenible y el respeto por el medioambiente.
En esta travesía, iniciada el 13 de marzo desde el puerto de Yokohama, el Barco de la Paz tiene previsto recorrer 22 países en 104 días. Regresará a Japón el 24 de junio.
El Barco de la Paz, fundado y dirigido por Yoshioka Tatsuya, nominado al Premio Nobel de la Paz, inició sus visitas a Venezuela en el año 1995.