Washington reiteró su apoyo inquebrantable a Seúl| Estados Unidos y Corea del Sur retoman maniobras militares en medio de la tensión

Los presidentes Barack Obama y Lee Myung-bak acordaron la realización de esas maniobras militares “para continuar la estrecha cooperación de los dos países" en materia de seguridad

Tras el intercambio de obuses entre Corea del Norte y Corea del Sur, que se inició a causa de los ejercicios balísticos de esta última en la isla de Yeonpyeong, Seúl y Washington ratificaron la realización de maniobras militares conjuntas a desde el próximo domingo hasta el miércoles.

Así lo anunció ayer la Casa Blanca, mediante un comunicado en el que reiteró su apoyo “inquebrantable” a Surcorea, en cuyo territorio el Pentagono mantiene apostados a 28.500 soldados, informó AFP.

Los presidentes Barack Obama y Lee Myung-bak acordaron la realización de esas maniobras militares “para continuar la estrecha cooperación en materia de seguridad entre nuestros dos países y subrayar la fuerza de nuestra alianza y nuestro compromiso con la paz y la seguridad en la región”, señaló el texto de la presidencia norteamericana.

Obama también aseguró a su homólogo surcoreano que Estados Unidos estaba «codo a codo» con su aliado surcoreano.

A su vez, Corea del Sur va a desplegar nuevas baterías de artillería en la isla bombardeada, anunció este miércoles el ministro de Defensa, Kim Tae-Young, reseñó AFP.

«Tenemos baterías de artillería K9 desplegadas en la isla de Yeonpyeong y prevemos instalar otras», declaró el ministro ante la comisión de Defensa del Parlamento y añadió que «vamos a reemplazar la artillería de 105 mm por baterías de mayor alcance».

Yeonpyeong está ubicada al sur de la línea fronteriza decretada por la ONU después de la guerra de Corea en 1953, pero se halla al norte de la línea divisoria reivindicada por Pyongyang. En esa área ya se produjeron graves incidentes navales en 1999, en 2002 y en noviembre de 2009.

De acuerdo con una información de la Comandancia Suprema del Ejército Popular de Corea, citada por la agencia de noticias surcoreana KCNA, esta provocación militar parte del intento de Corea del Sur de mantener la «línea de límite al Norte», frecuentando mandar sus buques de guerra bajo el pretexto de «controlar los barcos pesqueros».

La fuente recordó que a pesar de las reiteradas advertencias, las autoridades surcoreanas continúan agravando la situación en la Península al realizar ejercicios bélicos.

Ante la referida provocación, las fuerzas armadas norcoreanas tomaron «la resuelta medida de responder con un fuerte e inmediato golpe físico» y advirtieron que «se continuará asestando sin vacilación alguna el contraataque en caso de que la otra parte se atreva a invadir las aguas jurisdiccionales de este territorio».

AMENAZAS Y RESPUESTAS

Tras lo ocurrido el martes, Seúl amenazó a Pyongyang con represalias e indicó que el ejército «replicaría con firmeza ante una nueva provocación», acción que daría inicio a una escalada de violencia en la península.

Además aplazó las conversaciones entre los comités de la Cruz Roja del Norte y el Sur previstas para hoy, informó Prensa Latina.

Por su parte, Corea del Norte afirmó este miércoles que esa actitud surcoreana ratifica el rechazo de las autoridades a dialogar y a mejorar las relaciones y denunció la política conflictiva de su vecino del sur.

Las provocaciones militares de Corea del Sur “y el anuncio de la dilación indefinida de las conversaciones de la Cruz Roja demuestran la verdadera intención de las autoridades surcoreanas, que rehusaron obstinada y totalmente el diálogo y el mejoramiento de las relaciones entre ambas partes coreanas”, precisó un documento del ejecutivo norcoreano.

Corea del Sur mantiene la suspensión de la ayuda alimentaria que prestaba al norte así como de las gestiones comerciales que se venían adelantando forjando, y también ha incrementado su campaña propagandística contra el sistema norcoreano mientras que estados Unidos sigue apostando por la presión y las medidas represivas contra Pyongyang, recuerda un artículo de kaosenlared.net.

Por su parte, los dirigentes norcoreanos han apostado por retomar las negociaciones que aborden todos estos puntos problemáticos y abran las puertas a una solución definitiva del llamado “conflicto coreano”.

COMUNIDAD INTERNACIONAL

El Comando de Naciones Unidas en Corea del Sur (UNC) exigió ayer que se inicien conversaciones militares de alto nivel entre Seúl y Pyongyang para rebajar la tensión, informó AFP. El comandante de la UNC, Walter Sharp, condenó lo ocurrido y aseguró que esas acciones “amenazan la paz y la estabilidad de toda la región».

En tanto, Alemania convocó al embajador de Corea del Norte “para expresar, a un alto nivel diplomático, la clara posición del gobierno federal», anunció el miércoles el portavoz del ministerio alemán de Relaciones Exteriores, Andreas Peschke.

La canciller alemana Angela Merkel condenó lo que consideró una «provocación militar» norcoreana y mostró satisafcción por la “reacción moderada” de Seúl.

China, el principal aliado de Corea del Norte, hizo un llamamiento a la «calma» a las dos Coreas para evitar una escalada de violencia. «China insta de manera firme tanto a Corea del Norte como a Corea del Sur a que mantengan la calma y la contención y a que inicien un diálogo y contactos a la mayor brevedad posible», manifestó en un comunicado el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Hong Lei, informó EFE.

Hong añadió que China se opondrá a «cualquier acción perjudicial para la paz y la estabilidad» en la península coreana y expresó su «tristeza y pesar por las pérdidas humanas y materiales».

Japón, Estados Unidos y Corea del Sur han pedido a China en las últimas horas una mayor implicación para “contener” a su aliado norcoreano.

Para el profesor del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Tsinghua (Pekín) y hasta 2003 miembro de alto nivel de la Oficina Central de la cancillería, Liu Jiangyong, la capacidad de influencia de Pekín es limitada y su estrategia va a consistir en evitar una escalada de la tensión en la península coreana.

«La solución de este conflicto no depende de China», aseguró en entrevista con EFE,y atribuyó la reacción de Pyongyang a las maniobras conjuntas celebradas en octubre entre Estados Unidos, Corea del Sur, Japón y Australia, consideradas una «declaración de guerra» por las autoridades norcoreanas.

«Si China no puede pedir que Estados Unidos y Corea del Sur abandonen sus maniobras militares, tampoco es posible que China le pida a Corea del Norte que no recurra a un ataque militar», prosiguió el experto.

T/Redacción CO . Agencias
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