Trabajadores portuarios mantuvieron este viernes el segundo día de una huelga que afecta a los embarques de granos y derivados en el puerto argentino de Rosario.
Esta ciudad en el centro-este del país es uno de los mayores polos exportadores de productos agrícolas en el mundo.
La huelga por tiempo indeterminado forma parte de un conflicto entre los sindicatos del SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos) y SUPA (Sindicato Unidos Portuarios Argentinos).
En esta región los sindicatos lograron un amplio poder gracias a los ingresos generados por las exportaciones agrícolas del país, uno de los principales proveedores mundiales de soja, maíz y trigo.
«De extenderse este conflicto por una semana, arrojaría una pérdida directa por diversos costos de logística que podría alcanzar los 10 millones de dólares», señaló en un comunicado Andrés Alcaraz, gerente de Comunicaciones Corporativas de la cámara agroexportadora Ciara-Cec.
La importancia del sector agroexportador para Argentina llevó al jefe de Gabinete del Gobierno nacional a convocar a las partes a tener una reunión «a los efectos de garantizar la normal operación de los puertos».