Salir de un quirófano y dejar a un paciente -que antes no quería ni verse en el espejo- con un nuevo rostro es la aspiración de un grupo de médicos venezolanos. Quieren que la persona que haya sufrido una deformación facial tenga la oportunidad no solo de cambiar su faz, sino su vida entera. Anhelan borrar la pesadumbre de quien siente retraimiento por no poder mostrarse a plenitud a los demás.
Ese equipo revolucionario de médicos y especialistas pertenece al hospital universitario Ángel Larralde de Carabobo. Su propósito: hacer el primer trasplante facial de Venezuela, lo cual colocaría al país en el blanco de los elogios científicos.
El doctor Pedro Salinas, quien es el subdirector de Docencia e Investigación del hospital (Adscrito al Seguro Social), declaró al Correo del Orinoco que el equipo tiene muchas faenas en el servicio Buco-Maxilofacial, donde se llevan a cabo cirugías extraordinarias.
En el servicio se efectúan actualmente operaciones maxilofaciales o craneofaciales. “Son operaciones reconstructivas. Se hacen en pacientes con malformación craneofacial, bien sea congénita o adquirida; la gran mayoría, debido a accidentes”, explicó.
ENTRENADOS
El equipo de trabajo del departamento especializado está liderado por el doctor Rubén Muñoz, cirujano maxilofacial de la institución hospitalaria. Se ha entrenado en la materia, tanto nacional como internacionalmente, aseveró Salinas.
Salinas contó que uno de los cirujanos del grupo ya recibió la formación sufriente para realizar trasplantes faciales. “Es una cirugía verdaderamente revolucionaria, porque aquellas personas que tengan una deformación no solo esquelética, sino de la piel, podrán optar por una cara nueva”, enfatizó.
“Ese tipo de intervención se ha hecho solo en Europa y en Estados Unidos. En América Latina aún no se ha hecho la primera. Queremos hacerla de manara gratuita, como todas las operaciones del hospital. Solo esperamos por la certificación como institución para trasplante, la cual la otorga el Ministerio del Poder Popular para la Salud”, proyectó.
Comentó que la metodología del trasplante de rostro es parecida a la del trasplante de riñón, corazón o hígado. “Requiere el mismo tratamiento farmacológico inmunosupresor. Al paciente se le debe suprimir el aparato inmunológico a fin de que no rechace el nuevo órgano; en este caso la cara”.
Salinas, pediatra y anestesiólogo, añadió que el equipo de médicos además posee como especialistas a los doctores Bladimir Golaszewski y Álvaro Díaz. Se suman 12 residentes que en cuatro años serán profesionales en la materia.
RUMBO A LA GLORIA
-¿Tienen un tiempo estipulado para hacer el primer trasplante?
-Estamos preparados. Lo que nos falta es tener la certificación de la ONTV (Organización Nacional de Trasplante de Venezuela), dependiente de Min-Salud. Una vez que la tengamos, lo haremos con mucho orgullo.
-¿Cuánto tiempo dura un trasplante de cara?
-Se calcula que entre 8 y 16 horas. Depende de la complejidad.
-¿Específicamente en qué países se hace el trasplante?
– Se hizo uno (total) en España y otro en los Estados Unidos. Son muy contados los casos. No existe ninguna institución en el ámbito internacional que lo lleve a cabo de manera rutinaria.
-¿El donante de rostro haría un procedimiento igual al que dona el corazón u otro órgano?
-El procedimiento del donante es exactamente el mismo que cualquier otro. El único asunto es un problema más de los miembros de la familia, porque evidentemente les puede resultar traumático que le quiten el rostro al fallecido.
-¿Cuál es el costo monetario de esta intervención en Europa o Estados Unidos?
-Por ser parte del sistema público de salud, lo que hemos hecho y lo que haremos en Venezuela es y será gratis. Es un derecho del pueblo. Pero se calcula que la operación tiene un costo internacional de entre 650 mil a más de 1 millón de dólares. Aquí en Venezuela, repito, será gratuito, utilizando equipos de última generación. Son cirugías que requieren manejo microvascular, que precisa una acción exacta. Con microscopios quirúrgicos.
-Cuando usted habla de esto de repente a uno le llega a la memoria el documental Sicko, de Michael Moore…¿Visualiza que en algún momento puedan venir pacientes de otras latitudes a realizarse gratuitamente el trasplante?
– Claro, eso siempre es una alternativa. Incluso, otro tipo de cirugía más sencilla la hemos realizado en el hospital con pacientes de otros países de América Latina. Es una de nuestras visiones, de concretarse el primer trasplante.
-¿Cuántas personas en el país, si se posee el dato, han manifestado necesitar un trasplante de este tipo?
-El número de personas que lo requieren es muy importante. Claro, no es una cirugía frecuente. Al empezar los trasplantes se requerirá hacerles pruebas en aras de su compatibilidad con el donante. En todo caso, a nosotros nos interesa la nueva vida que se le dará a cada paciente, así sean pocos los casos.
PIONEROS
Pedro Salinas acotó que aunque la meta del primer trasplante suena “como algo colosal”, ya en el servicio se han hecho cirugías de reconstrucción “extraordinarias”. Entre ellas, “cirugías que se han hecho por primera vez aquí en la institución (entre ellas microvasculares). Otras cirugías que solo se habían hecho en Europa nosotros las estamos llevando a cabo aquí en el hospital”, añadió.
“Se trata de cirugías de horas, que requieren una labor de muchos; no solo de los especialistas en el área, sino de intensivistas, traumatólogos, anestesiólogos. La intervención más nueva que hicimos fue con la participación de neurocirujanos; labor que en el país solo se hace en este hospital”, apuntó.
Precisó que el equipo mensualmente lleva a cabo dos cirugías mayores y 100 intervenciones más sencillas. “La idea es seguir creciendo como servicio y como hospital a fin de atender con mucha calidad a más pacientes que lo requieran”, añadió.