El presidente de República Dominicana, Danilo Medina, firmó este viernes la ley de naturalización -aprobada previamente por el Congreso- que beneficiará a los hijos de inmigrantes indocumentados, provenientes en su mayoría de Haití.
La legislación establece un régimen especial para aquellos que nacieron en el país, pero fueron inscritos de manera irregular en el registro civil y favorecerá principalmente a quienes resultaron afectados por la sentencia emitida en septiembre pasado por el Tribunal Constitucional, que niega la nacionalidad a los hijos de indocumentados aunque hayan nacido en República Dominicana.
El asunto ha deteriorado las relaciones entre ambos países. Grupos de derechos humanos incluso han acusado a República Dominicana de discriminar a los inmigrantes haitianos pobres y poco cualificados.
Cuando Medina envió la semana pasada el proyecto al Parlamento, aseguró que la ley es fruto de un amplio proceso de consultas y búsqueda de consensos con los diversos sectores de la sociedad, y que se inspiró en principios fundamentales sobre los que se erige el Estado, como la dignidad humana, la libertad y la igualdad.
Se espera que ahora se elabore el reglamento para la entrada en vigencia de la ley, que podría abrir el camino para solucionar de manera definitiva un problema migratorio de más de siete décadas. Los críticos, sin embargo, aseguran que miles de migrantes indocumentados todavía enfrentan un futuro incierto.