Corea del Sur y Estados Unidos (EEUU) iniciaron las maniobras militares en el Mar Amarillo, cerca de la frontera con Corea del Norte, país que en respuesta, a lo que catalogan como una provocación, inició el trasladado misiles por tierra-aire cerca de donde se realizan los ensayos navales.
El inicio de los ejercicios militares entre los dos aliados y el traslado de los misiles norcoreanos es una muestra de la escalada de la crisis entre Corea del Sur y Corea de Norte, que estalló el martes pasado cuando este último país atacó con obuses la isla surcoreana de Yeonpyeong, matando a dos militares y dos civiles en respuesta a las provocaciones surcoreanas.
Los ejercicios en el Mar Amarillo, que cuentan con la participación del portaaviones estadounidense nuclear George Washington, han causado la ira del Gobierno de Corea del Norte, que ha advertido que atacará militarmente, en caso de que sus fronteras sean vulneradas, y que las consecuencias son impredecibles.
Además de esta poderosa nave, una decena de barcos de guerra estadounidenses y surcoreanos participan en los ejercicios, que durarán hasta este miércoles y que, según ambos países, estaban planificados con antelación a la crisis con Corea del Norte.
La respuesta del Estado soberano de Corea del Norte ha sido el despliegue de misiles SA-2 en su costa occidental, cuyo alcance es de entre 13 y 30 kilómetros. Esto como medida preventiva.
Este sábado, un portavoz del Gobierno de Pyongyang, la capital de Corea del Norte, responsabilizó a Estados Unidos del aumento de las tensiones con Corea del Sur, al considerar que la alianza y el apoyo militar de Washington a Seúl, el vecino del sur de la Península coreana, incrementa la tensión en el Mar Amarillo.
Por su parte, Seúl ha anunciado que cancela un plan que recortaba la presencia de tropas en la costa oeste y que reforzará la presencia de militares en cinco de sus islas en el Mar Amarillo.
China intenta mediación
China pidió este domingo iniciar conversaciones de emergencia para resolver una crisis en la Península Coreana, iniciativa planteada para llevar a las dos Coreas a la mesa de negociación.
China dejó en claro que los diálogos no deberían considerarse como una reanudación de las negociaciones a seis partes, que Corea del Norte abandonó y declaró muertas hace dos años.
El gigante asiático, que coincidió con Corea del Sur en que la situación era «preocupante», sugirió que se realizaran charlas de emergencia durante diciembre entre Corea del Norte, Corea del Sur, China, Estados Unidos, Japón y Rusia. No aclaró si Pyongyang aceptó asistir.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, dijo que su Gobierno «se opone a provocaciones militares en cualquiera de sus formas» en la Península Coreana y pidió a todas las partes la máxima contención, en la primera declaración de un líder chino tras el enfrentamiento armado entre las dos Coreas.
Este domingo la Agencia Xinhua informó que el primer ministro destacó que la actual situación es «grave y compleja», por lo que pidió a la comunidad internacional «que haga más esfuerzos conducentes a reducir las tensiones».
El jefe de Gobierno de China aseguró que el gigante asiático «se ha dedicado siempre a mantener la paz y la estabilidad».