Multitud por Juan Barreto C.|Nuestro compromiso (Opinión)

El papel de todo revolucionario es sacudir las cosas y ponerlas patas arriba. Asumir que la libertad es el destino de todos. No ceder en los sueños y tercamente hacerlos posibles de manera colectiva, levantar una nueva forma de vivir desde nuestra vida cotidiana, tomando el control de nuestra existencia más allá del régimen del salario y la lógica del capitalismo.

Esto significa que tenemos que tomar organizadamente el control de nuestras propias vidas, por eso el socialismo es el proyecto de la libertad que abrazan millones de mujeres y hombres de todo el mundo para autogobernarse autónomamente.

No podemos esperar que nos den el socialismo, debemos construirlo nosotras y nosotros mismos y eso se hace exigiendo pero también sembrando experiencias desde todos los espacios grandes y pequeños, en una movida que significa organizarnos para producir lo que consumimos, las formas de divertirnos y recrearnos, para aprender todos los días y educar a nuestros hijos en un proceso de formación permanente.

La suerte del socialismo se juega en cada lugar, en cada espacio, en el que es posible hacer las cosas de modo directo y democrático.

¿Cómo es eso? Hacer las cosas con la participación de todos, sin burocratismo, reduciendo hasta dónde sea posible la división jerárquica del trabajo, dónde el fruto del esfuerzo humano se convierta en la riqueza de todos; solo de esta forma podemos sustituir la viejas instituciones del Estado burgués aun vivito y coleando, pues “lo nuevo no termina de nacer y lo viejo no termina de morir”, e ir levantado un nuevo Estado.

El pueblo es el socialismo cuando tiene el poder en sus manos, es decir, cuando responde a la pregunta: ¿quién decide?

Por eso la Constitución Bolivariana en su Artículo 5, dice que la soberanía reside en el pueblo y es intransferible, porque solo puede ser ejercida directamente. Nunca lograremos esto, si no nos organizamos de abajo hacia arriba, desde la producción hasta el consumo, asumiendo responsablemente nuestro compromiso con la transformación revolucionaria.

La revolución consiste en producir las condiciones no solo de una vida colectiva, sino también la encarnación de la vida para sí mismo, tanto en el campo material, como en el campo subjetivo.

juanbarretoc@gmail.com