Los retratos se muestran junto a recuerdos de la pareja y cuadros del artista|La GAN expone 29 fotografías que descubren a la musa de Reverón

La musa que acompañó a Armando Reverón en Macuto y que aparece en muchas de las obras del pintor es también la protagonista de la exposición Fotografías de familia de Juanita Reverón, que se exhibe desde ayer en la planta baja de la Galería de Arte Nacional (GAN). Las 29 imágenes, acompañadas por telas del período blanco del creador, así como por cartas, tarjetas, obituarios y recortes de periódicos que atesoró la pareja y hasta ropa del mono Pancho, dan cuenta de la intimidad de diversos momentos entre el “mago de la luz” y su esposa.

En las fotos está siempre Juanita en las actividades domésticas del Castillete -la casa taller del artista en Macuto-, para alimentar a las gallinas, desgranar o pilar el maíz. También está la modelo, la que aparece al natural en Maja, o junto al mar como en los cuadros Juanita con traje de baño gris o Juanita con traje de baño rojo, presentadas en la muestra.

Otra tela de Reverón, Juanita con ramo de flores se conjugan con retratos de la compañera en la que luce vestidos floreados, sonriente, en ocasiones, acompañada por el mono Pancho, la mascota o hijo adoptivo del dúo.

El crítico y artista plástico, el maestro Juan Calzadilla, afirmó que esta exposición inaugurada ayer es una de las más importantes que se ha realizado sobre el creador y su pareja, porque denota la influencia de Juanita en Reverón, el artista más importante en la plástica venezolana en el siglo XX.

Reverón, explicó, murió en 1954 y Mota le sobrevivió 20 años en Castillete, hacia 1976, fecha en la que se debe haber recogido todo lo que estaba en la morada del creador y que fue entregado al Museo de Bellas Artes. “Todas esas cosas se localizaron en los tiempos en que Juanita sobrevivió a su esposo. Al parecer había una caja, guardada en la biblioteca de la GAN, que sufrió daños durante este tiempo. Afortunadamente la descubrimos y encontramos una cantidad de cosas interesantes”, rememoró Calzadilla.

Además de las 29 fotografías sin autor y que debieron ser restauradas, en la caja habían “pequeños recuerdos” como tarjetas de bautizos, cartas, facturas, obituarios, cartas de condolencias y tarjetas de las coronas de flores por la muerte de Reverón.

FRENTE AL LENTE

Calzadilla, que ha publicado varios libros sobre el pintor de Macuto, señaló que Reverón era “fotofílico”, que le fascinaba estar frente a la cámara y que le fotografiaran. Juanita como modelo, agregó, también posaba para las instantáneas.

Señaló que la crítica suele olvidar el rol de Juanita en la vida del pintor y se preguntó qué hubiera sido del artista sin su compañera.

La esposa “fue apoyo sustancial” en la vida de Reverón. Aunque era una mujer del campo y sin estudios, el artista la inventivó a escribir y a dibujar. Los papeles en los que Juanita dejó su huella también están en la muestra.

Calzadilla resaltó además que las fotos son relevantes porque pertenecen a la periodo blanco del artista, el más alabado de su carrera, entre 1920 y 1930.

UNA MIRADA NOSTÁLGICA

El curador de la muestra y presidente del Centro Nacional de la Fotografía (Cenaf), Alejandro Oramas, considera que la memoria fotográfica de Juanita es un valor “inestimable” artístico y patrimonial, que ofrece “una mirada íntima y nostálgica de los espacios, momentos, y figuras que hicieron vida en el entorno del Castillete de Reverón”.

A juicio del fotógrafo, la muestra hace énfasis en el “papel fundamental” que jugó Juanita en la vida del pintor. Sostiene que todavía falta reconocer a la mujer, a la modelo, a la compañera del creador.

El presidente de la Fundación Museos Nacionales (FMN), Edgar Ernesto González, recalcó que la exposición es una acción política para la reivindicación del maestro de la luz, precisamente cuando en mayo el presidente Nicolás Maduro declaró Patrimonio de la Nación toda la obra de Reverón y solicitó que se trasladen sus restos al Panteón Nacional, donde están otros grandes de la plástica venezolana como Arturo Michelena y Martín Tovar y Tovar.

Las fotografías fueron restauradas con personal del Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Diez y gracias al apoyo de la Biblioteca Nacional, el Cenaf y la GAN. La museografía es de José Antonio Torrealba y Carolina Sanz. Como parte de la inauguración, el Centro Nacional de Teatro le brindó al público una puesta escena titulada Apuntes sobre la luz y la locura, basada en una entrevista de Oscar Yanes a Reverón.

Texto/Várvara Rangel Hill
Foto/Héctor Rattia