Argelia Aguirre de Figueredo recibió el pasado lunes en la tarde, de parte de la Junta Electoral Municipal, su credencial como nueva alcaldesa del municipio Achaguas de Apure. El acto se realizó en el salón de la casa de la cultura, ubicada frente a la plaza Bolívar de esta localidad apureña.
Achaguas, con unos 35 mil habitantes, es la capital del municipio del mismo nombre.
La nueva alcaldesa, candidata del Partido Socialista Unido de Venezuela y del Polo Patriótico, se alzó con el triunfo al obtener 12.099 votos. El candidato de la autodenominada Mesa de la Unidad de Democrática, Cornelio Díaz, contabilizó 8.366 votos. El chavismo y sus aliados sacaron unos 20 puntos de diferencia por encima de los opositores.
Una vez cumplido el protocolo del anuncio oficial de los resultados, Argelia de Figueredo pronunció un corto discurso en el cual revalidó su compromiso revolucionario de adelantar una gestión transparente y eficiente, en alianza con los Consejos Comunales y las comunas.
“Derrotamos a la Quinta Columna y a la Mesa de la Ultraderecha con la unidad”, dijo. Esta apreciación la repetiría afuera, montada en un camión, desde donde dirigió unas palabras al gentío apostado en la calle y en la plaza Bolívar.
“Aquí está la Quinta Columna derrotada por un pueblo organizado”, señaló, en alusión a algunos desertores del chavismo que se lanzaron individualmente como candidatos y a los infiltrados que jugaron a la derrota del movimiento revolucionario.
En el auditorio de la casa de la cultura, la nueva alcaldesa, forjada en los últimos años al calor de las luchas campesinas, cuestionó la práctica cuartorrepublicana de algunos funcionarios de Gobierno que andan en lujosos vehículos con vidrios oscuros, mientras el pueblo en la calle padece un sinfín de calamidades .
La mandataria dijo que estaría sin carro, y viviendo en la misma casa.
“Llegamos aquí paras servir, somos servidores públicos”, expuso, en medio de un atronador aplauso.
En la plaza Bolívar y las calles adyacentes se vivió una espontánea fiesta colectiva, protagonizada por la gente humilde, campesinos, jóvenes y gente de todas las edades que ha visto en esta revolución el renacer de la esperanza y un cambio de paradigma. Entre el bululú rojo rojito aparecieron dos urnas, llevadas en hombros por un grupo de jóvenes: una, representaba a la MUD; y la otra, al candidato opositor. Los féretros fueron “paseados” de un extremo a otro de la plaza, entre las carcajadas de las y los presentes.
Sin embargo, Aguirre hizo un llamado a la unidad de las achagüensas y los achagüenses, y a trabajar por el bienestar colectivo sin discriminación política. También ratificó el compromiso con el proceso revolucionario, y dio gracias a las juntas de Queseras del Medio, Mucuritas, El Samán, Apurito, Guachara y El Yagual, cuyo trabajo hizo posible cumplir la promesa al presidente Chávez de que Achaguas se convertiría en un bastión de la Revolución Bolivariana.