Una buena porción de las más de 1.600 especies de orquídeas que hay en Venezuela se vieron ayer (domingo) en la exposición OrquiCaracas, que reunió a 17 organizaciones que cultivan y venden la flor y otras seis dedicadas a protegerla y multiplicarla.
Por segundo día consecutivo se dieron cita cerca de mil personas en el centro Cultural BOD, con el objetivo de admirar las flores de todo el país.
En los estands se podían ver distintas especies de esta flor. Todas estaban bien cuidadas por sus floricultores, quienes pacientemente explicaban el origen de cada una.
“Las plantas tienen sus propias vidas. Lo primero que puedo decirte es que las orquídeas no florecen cuando uno quiere. Lo hacen cuando ellas deciden; por ello, la producción en el país es muy fluctuante”, explicó Xavier Caballero, ingeniero agrónomo y dueño del vivero Orquimiel ubicado en El Hatillo.
Escuchar a Caballero es darle un repaso a la pasión que muchos agrónomos tienen por la orquídea; incluso, se atrevió a decir que en sus 45 años de trabajo en el campo, en un momento comenzó a sentir una atracción por este tipo de flor.
Caballero explicó que cuando era niño, en Guanare, una vez le compró un lirio a un floristero. Desde ese momento el ingeniero entendió que su destino era trabajar con la orquídea, hasta el punto de “casarse con ella”.
“Ya a los 18 años tenía un vivero. Ese fue mi comienzo antes de estudiar agronomía. Más adelante me dediqué con mayor seriedad a cultivar este tipo de flor”, destacó.
Caballero agregó que, morfológicamente, la orquídea es igual en todas sus expresiones; sin embargo, hay especies que se diferencian unas de otras por su color, textura en los sépalos, pétalos y tallo.
GRAN TRABAJO
La riqueza de los suelos de Venezuela permite que en el país se den las más de 1.600 especies de orquídeas que enriquecen la flora criolla.
En la exhibición se vieron flores cultivadas en suelos calientes, a la altura del nivel del mar, así como a más de 2 mil metros sobre el nivel del mar (msnm), como las que llegaron desde Mérida. Se encontraba, por ejemplo, la Drácula chimaera, que viene del Páramo andino, a 2.600 msnm.
La Drácula chimarea germina en temperaturas muy templadas, hasta el punto de que para mantenerla en el ambiente capitalino hubo que ponerle hielo.
Caballero explicó que, de acuerdo con el clima de Venezuela, las orquídeas aparecen entre marzo y mayo. En ese momento es cuando más se disfruta de la Flor de Venezuela.
LA INTENCIÓN
De acuerdo con el agrónomo, actividades como las de ayer sirven para dar a conocer la flora que hay en el país y sus riquezas.
“Con esto lo que esperamos es que cada vez se estimule más el proceso y cuidado de la flora en Venezuela”, recalcó.
En OrquiCaracas había representantes de los estados Miranda, Táchira, Mérida, Sucre, Aragua, Nueva Esparta, Anzoátegui y Bolívar.
Las y los integrantes del vivero Paya Orquita, mostraron distintas especies entre las que se encuentran algunas que pueden vivir en tierra y otras sin ella. Entre las plantas pequeñas estaban una catleya híbrida caracterizada por vivir con algo de sol y riego cada dos días.
Gabriela Ayala, propietaria del vivero ubicado en Turmero, informó que esta especie muere más por el exceso de cuidado que por la carencia. Podría estar perfectamente en una casa dentro de la ciudad.
