El archipiélago estadounidense de Hawai, en el Océano Pacífico, se prepara ante la llegada del huracán Iselle; entretanto, el huracán Julio, que sigue la misma trayectoria, pasó a categoría 2.
Las autoridades locales cerraron todos los edificios públicos y enviaron a sus empleados a casa al mediodía. Las escuelas han sido requisadas para servir de refugio en caso de necesidad.
En la isla de Maui, donde 150,000 residentes reciben cada año a 2.5 millones de turistas, se prohibió el acceso a las playas públicas. Se espera que Julio pierda fuerza dentro de 48 horas.
La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EUA (NOAA) informó ayer que espera una temporada de huracanes en el Atlántico menos activa de lo normal, con la formación de entre 7 y 12 tormentas, de las cuales entre 3 y 6 llegarían a ciclones.