Cada vez que en la pantalla grande se exhibe una película sobre el libertador Simón Bolívar, los bolivarianos concurrimos a las salas de cine para sentir y admirar la obra militar de este gran hombre de América y el mundo. Por tan singulares aciertos cinematográficos, los libretistas, directores y artistas interesados en mostrarnos esos hechos gloriosos de nuestro pasado histórico merecen un sincero reconocimiento, efusivas felicitaciones.
Pero si grande es la gloria de Bolívar, por sus extraordinarias hazañas militares, en nada inferiores a las cumplidas por los otros notables guerreros registrados en la Historia Universal, no menos significativas son sus creatividades en el campo político y social, las cuales hemos comenzado a conocer desde hace solo pocas décadas.
Necesario es, entonces, hacer un mayor esfuerzo para que el ideario de tan singular hombre se difunda tanto en América, escenario de sus sacrificios y triunfos, como en el resto del planeta. Bolívar es uno de los seres humanos positivamente más universales de este mundo.
Vistas las circunstancias políticas nacionales, continentales y mundiales del presente, nos permitimos sugerir la conveniencia de que nuestro Gobierno revolucionario estimule y patrocine la filmación de un largo metraje que recoja y muestre lo más importante del ideario político y social de nuestro Libertador, pensamiento con base en el cual tratamos de hacer una revolución enmarcada en lo que, contemplando las viejas y nuevas realidades sociales, particularmente de Nuestramérica, hemos llamado Revolución Bolivariana, cuyo impacto se está dejando sentir no solo en Venezuela sino también en otras latitudes planetarias.
Su surgimiento ha generado uno de los sacudones sociopolíticos mundiales más grandes conocidos hasta ahora.
Tan grande es el efecto de nuestra Revolución Bolivariana, que el imperialismo tiembla y comienza a desplomarse como tembló y se desplomó en el siglo XIX el dominio del Imperial español, ante la arremetida heroica de Bolívar, quijote cuya espada e ideario revolucionario vuelven a recorrer los caminos de América, sembrando libertad, soberanía y justicia social en todos nuestros pueblos, que después de la muerte de su insuperable héroe entraron en letargo por casi dos centurias.
La grandeza de Bolívar no radica únicamente en su heroísmo militar, va más allá y es tal que ha rebasado las fronteras de nuestro continente.
En consecuencia, hagamos lo posible para que bien pronto se haga una filmación sobre el pensamiento político y social de este adalid americano, que dijo “La gloria está en ser grande y útil”.
Nuestro Libertador sigue siendo grande y útil, su pensamiento continúa alimentando sueños y cumpliendo acciones orientadas a conquistar fraternidad y felicidad para todos, no solo para individualidades o grupúsculos.
Con una producción cinematográfica que destaque fielmente el pensamiento de Bolívar, tendríamos un poderoso instrumento para convencer a quienes todavía dudan de la nueva y positiva realidad revolucionaria bolivariana, inspirada en los ideales del forjador de seis Repúblicas y de la unidad regional americana.