“Hemos logrado la deforestación más baja del curso de nuestra historia” y las reducciones voluntarias de Brasil han contribuido significativamente en la reducción de emisiones mundiales de dióxido de carbono y lo haremos hasta el año 2020.
Así lo manifestó la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, durante su participación en la Cumbre sobre Cambio Climático realizada en la sede de la Organización de Naciones Uunidas (ONU), en New York, EE.UU.
Al hablar sobre los logros de su país para disminuir los efectos del cambio climático, la jefa de Estado precisó que “en los últimos 10 años la deforestación en Brasil se ha redujo en 79% y, entre 2010 y 2020, evitaremos despedir 650 millones de toneladas de dióxido de carbono al año”.
Los planes especiales adoptados para superar el cambio climático “no se limitan al Amazonas del Brasil”, pues han cooperado con países de la cuenca amazónica para vigilar y combatir la deforestación.
Agregó que su país defiende la acción colectiva de medidas ambiciosas y equilibradas para superar y reducir los efectos negativos del cambio climático, ya que «es posible crecer y proteger el ambiente».
De acuerdo con Roussef, objetivo de estas acciones es fomentar energías renovables y tener una agricultura baja en emisiones de dióxido de carbono, lo que aumentaría a rentabilidad en la industria agrícola.
Aseguró que en el país amazónico existen prácticas ecológicas que están reduciendo la pobreza y “eso es esencial para que haya seguridad nutricional de millones de brasileños”.
“Al mismo tiempo que hemos reducido la pobreza y la desigualdad social en Brasil hemos protegido el ambiente”, puntualizó.