La Fiscalía General de México informó el jueves que cuatro nuevos detenidos vinculados a los hechos ocurridos en el estado de Guerrero (oeste), en los que murieron seis personas y desaparecieron 43 estudiantes, revelaron el lugar de cuatro nuevas fosas clandestinas.
Los detenidos nos llevaron “a un lugar donde encontramos cuatro fosas donde ellos dicen que hay restos de los estudiantes”, dijo en rueda de prensa el fiscal general, Jesús Murillo Karam, además de explicar que aún se desconoce el número de los cadáveres y su identidad debido a que los cuerpos están quemados.
El pasado sábado, autoridades mexicanas informaron del descubrimiento de una fosa común cerca de Iguala, que contenía 28 cuerpos; al día siguiente dos supuestos sicarios del crimen organizado admitieron haber matado a 17 de los 43 estudiantes desaparecidos.
Sobre el prófugo alcalde de Iguala, José Luis Abarca, quien fue declarado culpable por la Fiscalía por las desapariciones, Karam precisó que está abierta una “búsqueda ya oficial del presidente municipal (alcalde), de su esposa y del director de Seguridad municipal para que respondan ante los hechos”.
El alcalde y su esposa, María de los Ángeles Pineda, una pareja con claros vínculos con el narcotráfico, huyeron dos días después de los ataques.
El pasado 26 de septiembre, unos 22 policías municipales y presuntos miembros del grupo criminal Guerreros Unidos dispararon contra estudiantes de la Escuela Normal y un autobús de un equipo de fútbol juvenil.
Como consecuencia de los tiroteos, seis personas murieron, entre ellas tres estudiantes, y otras 25 resultaron heridas. Además, decenas de jóvenes desaparecieron y, según distintos testigos, fueron subidos a varias patrullas de la Policía.
Desde que ocurrió la tragedia, diferentes ciudades de México son escenarios de multitudinarias manifestaciones de protesta para exigir justicia por los estudiantes desaparecidos y para que se los traigan vivos.
El miércoles, Amnistía Internacional (AI) y la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) criticaron al Gobierno del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, por su ineficiencia para enfrentar las desapariciones, además de no intensificar la búsqueda de los 43 estudiantes.