Por Ramón Alirio Contreras G.|¡Mucha vida! (Opinión)

Un escritor venezolano, con filiación a los sectores de la derecha, se suma a esas voces que el presidente Nicolás Maduro denunció en el contexto del III Congreso Nacional de la Cultura. Escribe un artículo titulado “Mucha muerte” para reducir el asesinato de Robert Serra y María Herrera a una estadística de la violencia en Venezuela. Hay que ser ingenuo o, lo más probable, cómplice moral de un crimen político como este que acabamos de vivir los venezolanos para hacer tales aseveraciones.

Es curioso que las “estadísticas” no tomen a los representantes más enconados de la derecha fascista. Ellos dicen que lamentan la muerte de Robert, pero sabemos que sus dientes asoman en lo íntimo el júbilo, que celebraron en el fondo de su corazón el no tener más a la metralleta verbal que los vapuleaba en la Asamblea Nacional.

El fascismo es así. El criollo siempre huye hacia adelante. Barbaridades como las dichas por ahí en una emisora radial, en la que se señalaba al Cicpc y al Sebin de una competencia que habría alterado las evidencias del crimen. Es decir, un artilugio para luego desestimar las pruebas que muestren las autoridades.

El crimen de Serra tiene varios mensajes. Uno es la amenaza real de lo que están dispuestos hacer, el terror hasta sus máximas consecuencias. El otro es simbólico, desaparecer a uno de los más emblemáticos líderes de la juventud revolucionaria. Es decir, que el mensaje subyacente es que para la Revolución no hay futuro.

Una y otra vez se equivocan, subestiman la fuerza moral del pueblo, el compromiso con un proyecto de vida, que pese a todas las amenazas, a todos los ataques certeros, sigue vibrando y cabalgando hacia un futuro de inclusión y justicia social. El socialismo que construimos desde las raíces del pueblo. ¡Aquí no pasarán! Se enfrentan al espíritu bravío de Simón Bolívar, al alma imbatible de Hugo Chávez. Ellos creen que sus muchas muertes son un camino para acabar con el sueño que hoy labramos.

El presidente Nicolás Maduro dio un magistral discurso en el Teatro Teresa Carreño, una lección para los revolucionarios y para la contra. ¡Nuestro camino es la paz!

@aliriocontreg