El embarazo temprano sigue siendo un tema que preocupa a especialistas de diversas áreas de la salud en Venezuela. El Censo de Población de 2011 realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) registró que la tasa de fecundidad es de 80 por cada mil mujeres de 15 a 19 años de edad.
En Argentina, por ejemplo, este indicador es de 40 por cada mil y en países europeos llega a ser de 8 por cada mil mujeres adolescentes, explicó la directora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello, Anitza Freitez.
El tema fue abordado en el foro Una mirada al embarazo adolescente, realizado el 9 de octubre en el auditorio del centro cultural Padre Carlos Guillermo Plaza de la UCAB.
Para brindar una atención más cercana y abordar las causas del embarazo en adolescentes, el Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Idena) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) suscribieron un convenio en febrero de 2011.
El proyecto incluyó un estudio cuantitativo y otro cualitativo, los cuales han permitido obtener una visión más clara para atender esta problemática nacional.
José Luis Fernández, coordinador de la unidad ejecutora del proyecto Idena-BID, indicó que a corto plazo se pondrá en marcha un modelo o programa multisectorial de atención en zonas priorizadas; es decir, donde se registra el mayor número de embarazos en adolescentes.
El Idena ha abordado el fenómeno del embarazo adolescente desde diferentes flancos, “hemos constituido diferentes actividades que se han configurado como consultorías”, explicó.
Del estudio se derivó que “el fortalecimiento familiar es fundamental para la prevención del embarazo temprano, donde la causalidad del fenómeno no es solamente por situaciones condicionantes estructurales como la pobreza, que aunque es importante se le suman factores que tienen que ver con el entorno, las relaciones familiares, con pautas de socialización”.
RÁPIDA INICIACIÓN
De acuerdo con Fernández, la iniciación sexual de las muchachas es a los 15 años de edad. Uno de los indicadores que registró el estudio es que la iniciación está bajando. “A pesar de que no tenemos un dato contundente; es importante resaltar que la edad de inicio de 15 años está bajando y eso es preocupante. Eso significa que hay una disposición al ejercicio de la sexualidad no tan informada y no tan responsable”, refirió.
El coordinador de la unidad ejecutora del proyecto sostuvo que “son niñas las que se están embarazando y eso tiene un impacto importante en la psique y el todo el tema colectivo”.
Además, resaltó que la violencia se está manifestando de una manera contundente en la dinámica del embarazo del adolescente; “muchas veces las muchachas quieren escapar del entorno familiar donde hay situaciones fuertes de violencia” y buscan tener una hija o un hijo para abandonar el hogar.
Indicó que el enfoque del género es importante para el abordaje del fenómeno. Mayormente se culpa a la mujer o a la niña por haber salido en estado “cuando se supone que ellas son embarazadas por un muchacho”.
A su juicio, las políticas públicas tiene que considerar la transformación de esos valores mediante la educación.
UNA MIRADA MULTISECTORIAL
A propósito del convenio, el Idena ha tratado de promover una plataforma de trabajo en la que participen todas las instituciones y ministerios del Estado venezolano.
“Hay que reconocer, y lo digo de manera muy responsable, aquí el tema del embarazo adolescente y de cualquier otro fenómeno social, es abordado de manera muy atomizada”, destacó.
La mirada tiene que ser multifactorial y el abordaje tiene que estar integrado, tiene que ser una visión completa. “Debe unirse el sector salud con el de educación, con familia”, señaló el representante del Idena.
“Debemos promover una plataforma de trabajo donde podamos tratar el fenómeno desde diferentes ámbitos”, insistió el funcionario, en entrevista con el Correo del Orinoco.
Comentó que los ministerios del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género y para el Deporte y la Juventud formaron una mesa de coordinación para derechos sexuales y reproductivos.
“Esta es la propuesta más completa en ese sentido y ahí nos estamos viendo la cara todas las instituciones, a los fines de discutir no solamente la producción de datos estadísticos, sino el tema del abordaje y la formulación de políticas públicas conjuntas”, afirmó.
A su juicio, el reto va a ser el año 2015 “porque vamos a tener resultados de investigaciones que van a fortalecer el trabajo”.
MÁS DATOS
Adriana Gomis, integrante de la unidad ejecutora del proyecto Diseño de un modelo de intervención para la prevención del embarazo a edad temprana y en adolescentes, explicó que en 2013 el Idena realizó una investigación sobre cuáles son los factores que están incidiendo en el embarazo.
Reiteró que se trató de un estudio cualitativo y cuantitativo “y ya tenemos resultados”. El estudio cualitativo “se hizo en tres centros hospitalarios: fuimos a la Maternidad Concepción Palacios (Caracas), fuimos al Cuatricentenario (Zulia) y fuimos al Eugenio D’Bellard”.
Además, el proceso de investigación contó con el acompañamiento de las médicas y los médicos del sistema público de salud.
“Se quería ver el embarazo adolescente desde la mirada y desde las experiencias que se tenían; en función de eso se hace una propuesta”, destacó.
El estudio también se efectuó en 17 mil hogares de los estados Zulia y Miranda.
Mencionó que el INE conduce un subcomité de estadísticas donde participan todas las instituciones del Estado, y acotó que en función del trabajo que se realice serán identificadas las zonas y estados priorizados.
“La mirada de esta iniciativa, que está auspiciando el Banco Interamericano de Desarrollo con el Idena, tiene que ver con la incorporación de criterios técnicos, criterios de medición y con la mirada intersectorial”, dijo la funcionaria.
Para Gomis, es fundamental aprovechar todos los esfuerzos de las instituciones del Poder Comunal para poder avanzar en la prevención del embarazo temprano.
EMBARAZO ADOLESCENTE Y POBREZA
El estudio arrojó resultados que coinciden con el Censo de Población del 2011. A los 15 años se da la iniciación sexual; el embarazo en adolescentes está asociado con pobreza, a condiciones de vulneración, entro otros factores.
Los componentes psicosociales también inciden en que una chica o un chico procreen a temprana edad: creencias, qué piensan del embarazo, qué métodos anticonceptivos conocen, si la iniciación sexual fue consensuada.
“El estudio nos permite tener una información estadística a nivel de los estados para implementar el modelo y el cualitativo nos refuerza el componente cultural y psicosocial de la investigación”, señaló Gomis.
El MATRICENTRISMO
De acuerdo con el estudio cualitativo realizado por el Idena, el matricentrismo es dominante en las adolescentes cuando quedan embarazadas: “A mi mamá fue la primera que le conté” y “de vuelta a mi casa”.
Mediante la realización de grupos focales se conocieron diferentes experiencias de adolescentes en estado de gravidez. El estudio detectó que la mayoría sale del hogar antes del embarazo y muchas vuelven a su casa para tener a su hijo.
“Más de la mitad no se encontraba estudiando cuando se hizo el estudio”, manifestó Gomis en su ponencia en la UCAB.
También se registró que la iniciación sexual en las muchachas es a los 15 años de edad, mientras que en los chicos el inicio sexual es entre los 19 a los 20 años de edad.
Asimismo, las niñas o adolescentes suelen tener su primera relación sexual con hombres cinco años mayores que ellas; su respuesta es “nos dejamos llevar”.
Gomis confirmó que la mayoría de las y los que participaron en el estudio conocían los métodos básicos de anticoncepción, pero respondían: “Es un problema”, “es incómodo, no siento lo mismo”.
La funcionaria señaló: “Los conocen, pero no tienen nada que ver con el sistema de relacionamiento”.