Por Oliver Reina|¡Y ahora a implotar la ONU!

¡Qué oportunidad la que ganamos en la ONU! Se ha concretado la lucha que comenzó el comandante Hugo Chávez hace ocho años y hoy Venezuela ocupa un importante lugar entre los países presentes en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas. Como nunca antes, la misión venezolana debe hacer realidad aquello en lo que desde la Asamblea General de 2005 fue insistente el presidente Chávez: la refundación de la ONU. Refundación, no maquillaje.

Entonces señaló que «…las Naciones Unidas han agotado su modelo, y no se trata simplemente de proceder a una reforma, el siglo XXI reclama cambios profundos que sólo son posibles con una refundación de esta organización. Esto no sirve, hay que decirlo, es la pura verdad». Esa verdad es hoy más pura y más verdad.

En su intervención de 2006, Chávez nos ofreció claras coordenadas que nos llevarían a esa imprescindible refundación: 1) la expansión de los países que forman el Consejo de Seguridad, tanto permanentes como no permanentes; 2) la eliminación del derecho a veto en el Consejo de Seguridad, para lograr el respeto de la voluntad de los pueblos y erradicar sus prácticas antidemocráticas; 3) aprobar nuevos mecanismos de resolución de conflictos en el mundo y, 4) remozar y fortalecer las responsabilidades, alcances y competencias del Secretario General de la Organización.

En su postrera intervención de 2011 ante la Asamblea General, leída por el hoy presidente Nicolás Maduro, el comandante Chávez fue aún más enfático: «Si no asumimos de una buena vez el compromiso de refundar Naciones Unidas, esta organización perderá definitivamente la poca credibilidad que le queda. Su crisis de legitimidad se acelerará hasta la implosión final.”

En 2014 el presidente Maduro ha reavivado la propuesta de refundación y a partir de ahora, el apoyo recibido por nada menos que 181 naciones, trae también la responsabilidad de promover desde dentro esa necesaria implosión. La oportunidad es histórica y a ella debemos orientar nuestras fuerzas.

Las y los venezolanos de bien celebramos esta histórica oportunidad de hacer, en una Organización que lamentablemente se ha caracterizado las últimas décadas por sólo decir. Que vuelva a su espíritu fundacional y sea garante de la paz mundial es su única opción moralmente aceptable. Pero como no basta con buena voluntad, allí estará el apellido Chávez con acciones concretas y su histórica osadía.

@oliv22