La policía francesa desalojó este martes uno de los más antiguos campamentos de gitanos del país, ubicado en el departamento de Seine-Saint-Denis, donde vivían cientos de personas, entre ellas numerosos niños escolarizados.
Sólo una pequeña parte de los habitantes del asentamiento van a ser beneficiados por un realojamiento y el resto tendrán que deambular por las calles.
«Ellos no tienen adonde ir. La policía les ha prohibido marchar hacia el centro de la ciudad o al metro», denunció Veronique Decker, directora de la escuela primaria Marie-Curie, donde estudian la mayoría de los menores de ese campamento.
La evacuación se produjo tras un decreto municipal promovido por el nuevo alcalde de la comuna de Bobigny, Stéphane De Paoli, quien justificó la acción por la insalubridad del lugar.
Cerca de 20 por ciento de los campamentos de roms, como se conoce aquí a los gitanos, están ubicados en Seine-Saint-Denis, departamento cercano a la capital francesa.
Según estimados, en todo el país hay alrededor de 20 mil miembros de esa etnia hacinados en sitios donde carecen de agua potable, electricidad, calefacción y saneamiento.