Según informe reciente|Guerra contra las drogas de EE.UU. en Afganistán tiende a empeorar

Un informe reciente encontró que la guerra de Estados Unidos contra las drogas en Afganistán sigue siendo colosalmente costosa, en gran medida ineficaz y tiende a empeorar. Esto es particularmente cierto en el caso de la producción de opio, señala la Oficina del Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán.

En un informe concluyente publicado el martes, el inspector general especial, Justin F. Sopko, escribió que “a pesar de gastar 7.6 mil millones de dólares para combatir el cultivo de amapola y desarrollar la capacidad antidroga del gobierno afgano, los niveles de siembra de amapola en Afganistán han alcanzado un máximo histórico en 2013″, llegando a 209.000 hectáreas, superando el pico anterior de 2007 de 193.000 hectáreas. Sopko agregó que la cifra debería aumentar gracias al deterioro de la seguridad en zonas rurales de Afganistán y los débiles esfuerzos de erradicación.

Afganistán es considerada todavía el productor número uno de opio en el mundo, responsable de hasta un 90% del mercado, que a su vez apoya el comercio mundial de heroína, aunque se cree que sólo un pequeño porcentaje de heroína llega a Estados Unidos desde Afganistán.

Mientras que los esfuerzos de Estados Unidos han fracasado para disminuir efectivamente el tráfico de drogas en Afganistán, han tenido éxito en hacer cada vez más ricas a un puñado de empresas de seguridad privada, un punto que no se aborda en el informe del inspector general.

En 2009, la responsabilidad de entrenar las fuerzas policiales afganas fue cambiada por el Departamento de Estado a una rama oscura del Pentágono conocida como la Oficina del Programa Contra el Narco-Terrorismo (CNTPO por sus siglas en inglés) que se hizo cargo del contrato de aproximadamente mil millones de dólares.

Librando la «guerra privatizada contra las drogas», la CNTPO se ha asociado con las gigantes corporaciones de seguridad como Raytheon, Lockheed Martin, ARINC, DynCorp y el Centro de Entrenamiento de Estados Unidos, una subsidiaria de la empresa anteriormente conocida como Blackwater.

Fuente/The Intercept
Traducción/Ivana Cardinale

Ciertamente en Afganistán como en Colombia, sin contar a México, se ha más que triplicado el cultivo de cocaína y otras drogas a partir de la invasión al primero y ocupado el segundo mediante el tristemente célebre Plan Colombia. EEUU disque ha fracasado en «su» lucha antidrogas. No sus políticas están diseñadas para fracasar pues son una pantalla para ocultar que alrededor de 40millones de estadounidenses consumen drogas. USA necesita petróleo y drogas para sus drogadictos y evitar un problema sociopolítico si dichos millones se desesperan por falta de su vital producto.
El mismo artículo nos dice claro que «Mientras que los esfuerzos de Estados Unidos han fracasado para disminuir efectivamente el tráfico de drogas en Afganistán, han tenido éxito en hacer cada vez más ricas a un puñado de empresas de seguridad privada, un punto que no se aborda en el informe del inspector general.» César Barrantes

  • ¿QUIEN PUEDE CREER ESE CUENTO?, SI LOS ESTADOS UNIDOS SON LOS MAYORES CONSUMIDORES DE TODA PORQUERIA DE DROGAS.