Por Néstor Rivero|El Estado y las Misiones (Opinión)

La reflexión acerca de los factores que maniatan buena parte del funcionamiento cotidiano del Estado, dentro de los corrales de la IV República hoy, en su contacto con el pueblo de a pie,representa aporte del mayor interés para todo venezolano honesto y responsable, sea o no chavista.

En todo caso, quienes acompañamos resueltamente la construcción del Estado Bolivariano prefigurado en la Constitución de 1999, debemos apostar al debate y la fructífera elaboración de ideas respecto a los modos de desactivar el burocratismo, retardo, falta de transparencia y engorrosos procedimientos de muchas dependencias públicas, y que coliden con el espíritu y propósito de las leyes.

Esa colisión fue lo que, recuérdese continuamente, originó la medida para su momento riesgosa del comandante Hugo Chávez de dar curso a las políticas en salud, educación, la tercera edad, a los niños desamparados de nuestras barriadas, y a mucho venezolano que por décadas transcurrió su existencia en la desolación nocturna del hueco de una alcantarilla o debajo del banco de una plaza citadina, por vía de las Misiones Sociales.

Recuérdese a la Federación Médica de Venezuela, hacia 2004, rechazando con mucha agresividad a los hermanos médicos cubanos, que cumplían el generoso cometido de toda auténtica Revolución socialista, al traer su carga de humanismo y solidaridad a tierra venezolana, pernoctando en muchos casos en viviendas incómodas.

Las Misiones constituyen programas sociales inclusivos, como nunca imaginó ningún Gobierno venezolano desde 1830. También, representantes tradicionales en educación, demandaban que se canalizase las Misiones Robinson, Ribas y Sucre ¡a través de los 20 pisos de ese elefante blanco que sigue siendo el ministerio de Educación!

¡Imagínese usted, estimado lector, si la alfabetización la hubiesen dirigido los sindicatos tradicionales y el funcionariado que, al menos para 2004 tenían mucho influjo en la opinión pública con su carga de aleve menosprecio a los egresados de la UBV -a quienes por mucho tiempo denominaron “profesionales tapa amarilla”- ¿Se hubiese alfabetizado más de un millón y medio de personas? ¡Hágame usted el favor!, diría el viejo profesor Juan Casanova en Maracaibo, cuando respondía a estudiantes desconsiderados.

Las Misiones han sido y son instancia respecto a la cual se debe teorizar y mejorar, como opción de revolucionar el Estado, y avanzar al Estado Bolivariano.

T/ nestor5030@gmail.com

Las Misiones son organizaciones político-sociales, que representan parte de la punta de lanza de nuestra Revolución, pero no debemos olvidar, que mas alla de nuestros partidos políticos, existe una gran masa social que no milita, la cual es muy numerosa y vive dentro de nuestra geografía política. Es sine cua non tenerla muy en cuenta, para poder bordar el cuadro político de la Revolución , no hacerlo es un infantilismo impermitible de grandes riesgos.