Javier Milei ordenó retirar todos los bustos del expresidente Néstor Kirchner de los espacios públicos; además decretó el cambio de nombre del Centro Cultural Kirchner a Palacio Nacional. Estas acciones forman parte de su política de gobierno para erradicar el kirchnerismo en Argentina.
Mediante un decreto de Necesidad y Urgencia, Milei justificó estas decisiones como parte de un plan para «recomponer los valores básicos de la República». Según el decreto, los edificios públicos no deben ser dedicados a figuras políticas recientes, pues esto podría «confundir lo público con lo partidario».
El gobierno de Milei anunció que continuará con la eliminación de otros monumentos y nombres vinculados al kirchnerismo en todo el país, en lo que describen como una «revisión histórica necesaria». Los materiales recuperados de estos bustos y placas serán fundidos y reutilizados.
Néstor Kirchner fue el presidente de Argentina entre 2003 y 2007, y es recordado por liderar una recuperación económica tras la grave crisis de 2001 y por redefinir el rol del Estado en la economía. Su legado incluye políticas de derechos humanos, como la reactivación de juicios por crímenes de lesa humanidad, y una fuerte centralización del poder que ha generado divisiones entre sus críticos y defensores. Tras su fallecimiento en 2010, su figura se convirtió en un símbolo del kirchnerismo, movimiento político continuado por su esposa y expresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Estas medidas que tomó Milei han generado controversia en el ámbito político y cultural argentino. Unos la critican por considerarla revanchista y destructiva hacia el patrimonio reciente del país, mientras que otros apoyan la decisión y lo ven como un paso hacia la despolitización.