Gobierno norteamericano evidenció política intervencionista|Crisis en Haití demuestra desinterés de EE.UU. de apoyar la reconstrucción

Han sido innumerables los artículos y reportajes que se han realizado en los diferentes medios de comunicación del mundo en relación a la crisis por la que atraviesa la población de Haití, al cumplirse un año del terremoto que azotó Puerto Príncipe a principio de 2010. Sin embargo, han sido muy escasos los esfuerzos por parte de las grandes potencias, con miras a ofrecer verdaderas soluciones al problema.

El nivel de pobreza que arrojó el fenómeno natural, dejando sumergidas a más de 2 millones de personas en la pobreza y que ocasionó la muerte de otras 250 mil personas, además abrió la brecha a un proceso de intervención por parte de tropas militares de los Estados Unidos, en su intento de dominación.

La historia refleja a lo largo de los años la permanente política intervencionista por parte del Gobierno norteamericano hacia Haití, aun cuando para ellos esta nación ha sido lo que han denominado su “patio trasero”.

Con la intención de demostrar al mundo su interés de contribuir con la reconstrucción de Haití y brindar ayuda humanitaria, tropas norteamericanas arribaron a la isla en enero de 2010. Medios de prensa recolectaron por esos días testimonios de pobladores, como el caso del estudiante Wilson Guillaume, quien declaró que no vio a los soldados “distribuyendo comida en el centro de la ciudad, donde la gente necesita urgentemente agua, alimentos y medicamentos. Esto se parece más a una ocupación”.

No se puede olvidar las denuncias que surgieron a raíz del presunto secuestro de varios niños, en las que se responsabilizaron a representantes de organizaciones supuestamente humanitarias.

A la fecha, ha quedado demostrado el desinterés que existe en levantar un país que no sólo tuvo que enfrentar las trágicas consecuencias de un terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter, sino también sufrir los embates de la lluvia y ver morir a otro buen número de personas, debido al brote de cólera, que según se denunció, fue generado por tropas nepalesas de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), fuerza de ocupación que ingresó a la nación luego del derrocamiento del presidente Jean-Bertrand Aristide en 2004.

Recientemente, la organización no gubernamental (ONG) Intermón Oxfam, señaló que la reconstrucción de Haití se encuentra en un “punto muerto”. En su informe, denominado “De la emergencia a la reconstrucción: apoyar el buen gobierno de Haití tras el terremoto”, indicó que sólo se ha retirado el 5% de los escombros originados y únicamente se han construido el 15% de los refugios necesario.

El retraso a la indecisión del gobierno haitiano, la descoordinación de los países donantes y la falta de operatividad de la Comisión Interina para la Reconstrucción del país, son algunas de las razones para la actual situación, según la investigación de la ONG.

Casi de manera inmediata, luego del terremoto, se iniciaron los pronunciamientos por parte de mandatarios de países latinoamericanos, advirtiendo la intervención militar de los EE.UU en Haití, tal es el caso del presidente de Nicaragua, comandante Daniel Ortega Saavedra, quien señaló que el imperio norteamericano se aprovechaba de la la catástrofe por la que atravesaba la isla, para lograr la ocupación militar.

Las grandes cadenas de noticias pro imperialistas destacaban las informaciones relacionadas con la labor humanitaria que adelantaban los soldados norteamericanos. No obstante, el testimonio de víctimas deja ver todo lo contrario, como el caso del estudiante Wilson Guillaume, quien declaró que no vio a los soldados “distribuyendo comida en el centro de la ciudad, donde la gente necesita urgentemente agua, alimentos y medicamentos. Esto se parece más a una ocupación”.

Por otra parte, estos medios trataron de ocultar el apoyo por parte de otras naciones, como Haití, que fue el primer país que realmente dio la cara a la crisis fue Cuba, con el despliegue de 1300 médicos inmediatamente para la asistencia de los afectados.

Fuente / AVN
Texto / CO
Foto / Archivo CO