Estados Unidos se basó en los precedentes israelíes y la violación de los derechos humanos de Tel Aviv para justificar la tortura de los detenidos por sus propias agencias de inteligencia, como fue revelado en un informe emitido por la Comisión de Inteligencia del Senado estadounidense. Medios de comunicación israelíes han publicado partes del informe.
Las revelaciones acerca del uso de la tortura de la CIA no han terminado. Un informe emitido por la Comisión de Inteligencia del Senado estadounidense revela nueva información que fue publicada el domingo por el sitio web Times of Israel, enfatizando que la tortura es legítima y legalmente basada en la tortura israelí a detenidos.
Esta es la forma en que Israel se convirtió en una autoridad legal internacional en la que la CIA se refirió para legitimar la tortura que practicaba. Según el sitio web, luego de los ataques del 11 de septiembre, la CIA comenzó a buscar justificaciones legales para las técnicas de interrogación coercitivas. A pesar de hallazgos previos de que estos métodos eran ineficaces porque podían “resultar en respuestas falsas,” un memo emitido por la CIA en noviembre de 2001 se refirió al modelo israelí, que justifica la tortura bajo el pretexto de que es “necesaria para prevenir un inminente daño, cuando no hay otros medios disponibles para evitar daños”.
La CIA invocó la sentencia del Tribunal Supremo israelí emitida en 1.999 que permitió a los interrogadores del servicio israelí de seguridad interna – la Agencia de Seguridad de Israel, también conocida como Shin Bet o Shabak – utilizar ciertas técnicas, siempre y cuando fuesen una consecuencia de la interrogación y no un medio en sí mismo.
Lo que es más importante, el tribunal dictaminó que los interrogadores que excedieron los límites designados durante los interrogatorios, podrían evitar la persecución legal invocando la “defensa de necesidad”, que es un principio de derecho común que permite a alguien violar la ley en situaciones de urgencia, tales como un ataque inminente que podría resultar en un gran número de bajas.
Times of Israel señaló que esta sentencia anuló los resultados de la Comisión Landau de 1.987, que recomienda que se permita a los interrogadores de la Agencis de Seguridad de Israel utilizar «una medida moderada de presión física» bajo supervisión y en algunos casos en que los interrogadores asumen que los detenidos tienen conocimiento de ataques inminentes.
El sitio web agregó que en 2005, frente a la presión del Congreso sobre las técnicas de interrogatorio, un abogado de la CIA que trabajaba en la oficina del Director de Inteligencia Nacional se refirió a la sentencia del Tribunal Supremo de Israel en la «defensa de necesidad», bajo el pretexto de que se justifica en el caso de escenarios de bombas de tiempo.
Times of Israel indicó que dos años después, un memo interno de la CIA argumentó que las técnicas de interrogación avanzadas “están autorizadas y justificadas por la autoridad legislativa”, basadas en resoluciones emitidas en Israel, según el informe del Senado. También reveló que la CIA buscó los precedentes israelíes para proporcionar una cobertura legal y legislativa en este sentido. Argumentó que “varias técnicas eran posiblemente permisibles, pero requieren algún tipo de sanción legislativa y que el gobierno israelí en última instancia consiguió la autoridad legislativa limitada para unas pocas técnicas específicas”, indicó el informe.
En un intento de movilizar más justificaciones, pero desde un punto de vista de la “seguridad”, el informe indicó que la CIA afirmó que la información extraída de los detenidos “proporcionó una gran cantidad de información sobre planes de Al Qaeda”, incluyendo el cerebro detrás de los ataques del 11 de septiembre 2001 que divulgó un “plan terrorista en Arabia Saudita contra Israel”. El sitio web israelí, sin embargo, señaló que investigadores del Senado acusaron a la CIA de practicar la tortura más allá de los límites legales y de engañar a la nación con historias sobre los interrogatorios de que supuestamente salvaron vidas pero que realmente no fueron corroboradas, ni siquiera por los archivos de inteligencia de Estados Unidos.
Ex funcionarios de la CIA y republicanos del Senado cuestionaron las conclusiones del informe y acusaron a los demócratas de inexactitudes, de análisis descuidado y evidencias manipuladas para llegar a una conclusión predeterminada.