El uso excesivo de dispositivos electrónicos en niños perjudica su desarrollo normal y les ocasiona problemas de conducta, trastorno de sueño e incluso problemas de depresión infantil y ansiedad, con riesgo de generar adicción en casos extremos, según Horacio Vargas Murga, director adjunto del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) de Perú.
El especialista recalcó que una alta exposición a las nuevas tecnologías desde temprana edad puede acelerar el crecimiento del cerebro y asociarse con déficit de atención, retrasos cognitivos, problemas de aprendizaje, aumento de la impulsividad y falta de autocontrol; así como aumentar el riesgo de trastorno bipolar, psicosis y conductas agresivas.
A pesar de los riesgos, Vargas admite que ciertos dispositivos electrónicos pueden ser útiles para el desarrollo cognitivo de los niños a partir de los 3 años de edad, ya que en ese periodo son muy receptivos a los estímulos externos. Es por eso que los padres tienen un rol de reguladores y dueños de la tecnología. Son ellos quienes establecen los límites absolutos.
“Los niños fácilmente pueden aprender a manejar diversas aplicaciones digitales como juegos o apps para pintar o colorear, pero también pueden caer en el abuso de las herramientas, lo cual no es saludable”, afirma el especialista.
Según datos de la Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría, una de cada 11 personas entre 8 y 18 años es adicta a las nuevas tecnologías.