Los orígenes de esta celebración se remontan a finales del siglo XI |Carnaval de Venecia regresa con sus máscaras y esplendores

El Carnaval de Venecia, nacido del deseo prohibido de la nobleza de mezclarse y gozar con la plebe, garantizó hoy otra buena razón para abandonarse entre los canales de esta ciudad italiana.

Las tradicionales máscaras que antaño escondían títulos y alcurnias volvieron a Venecia, entre desfiles, música y ciertas bacanales que, a pesar de los moralistas, hacen de esta una fiesta memorable.

Como de costumbre, el céntrico Canal Canareggio acogió durante todo el fin de semana a miles de turistas y habitantes disfrazados, a bordo de góndolas y embarcaciones iluminadas que avivaron el espectáculo.

La fiesta recién comienza, pues durante las dos siguientes semanas se sucederán eventos de arte callejero, danza, conciertos, música, exposiciones y proyección de filmes.

El clímax del carnaval llegará el próximo domingo con el esperado «Volo dell’Angelo» (vuelo del ángel), cuando una joven disfrazada de ángel se lanza desde el campanario Campanila hasta la Plaza de San Marcos, en el corazón de Venecia.

Los orígenes de esta celebración se remontan a finales del siglo XI, aunque el carnaval fue declarado como festividad por el Senado de la República de Venecia en 1296.

Su esplendor llegó empero en el siglo XVIII, cuando hedonistas de toda Europa llegaban en busca de diversión y placer, aunque la fiesta perdió glamour con la decadencia económica de la república veneciana.

A inicios del siglo XX comenzó a resurgir la pasión y ya en 1979 era algo oficial la celebración del carnaval, festejo entre cuyos personajes históricos sobresalió el mítico seductor Giacomo Casanova. Por lo general, abundan los trajes característicos del siglo XVIII y las «maschera nobile», una careta blanca con ropaje de seda negra, y los sombreros de tres puntas.

Fuente / Prensa Latina
Foto / Archivo