Se sabía que los millones de bacterias que alberga el organismo humano tienen un impacto crucial en la digestión, el estado de la piel y la obesidad. Sin embargo, también existe la posibilidad de que dichas bacterias afecten a la mente y tengan lazos con el cerebro.
Según un estudio realizado por los científicos del Centro de Ciencias Médicas de la Universidad de Texas (EEUU), la presencia de algunas bacterias motiva que esas personas sean más propensas a la depresión y el nerviosismo. Al mismo tiempo, otras comunidades de bacterias están relacionadas con la hiperactividad y el autismo.
Mark Lyte, el especialista en endocrinología microbiana que lleva 30 años estudiando esta eventual conexión, ha presentado el resultado de estas investigaciones, adelantadas por Business Insider.
A modo de conclusión, Mark Lyte y otros científicos barajan la hipótesis de que es posible que estas bacterias puedan ser la causa principal de las enfermedades mentales.
Esto, a su vez, significa que los investigadores que estudian este ámbito pronto podrían hacer descubrimientos revolucionarios para la medicina y el tratamiento de ese tipo de enfermedades.