Tal vez no es el cáncer más frecuente en Venezuela, pero sus consecuencias -una vez que se detecta en estado avanzado- son arrolladoras. “Es verdad que en el mundo occidental no ocupa los primeros lugares; sin embargo, el impacto es importante”, señala Juan Francisco Liuzzi, jefe del Servicio de Cabeza y Cuello en el Servicio Oncológico Hospitalario del IVSS (antiguo oncológico Padre Machado).
“Aunque son tumores que se pueden ver, que pueden ser tratados a tiempo y curados, el paciente tarda muchísimo en llegar a un centro donde se pueda tratar adecuadamente”, advierte. ¿Las causas? Podría ser el miedo, podría ser el descuido de la persona o de su odontólogo (que se encuentra con las lesiones al revisar la boca). Y, quién lo duda, el que no se piense en ello.
Al ser un tumor visible “cualquier tratamiento que se le ofrezca al paciente, sobre todo en puntos quirúrgicos, es un tratamiento deformante” y que también puede obligar a retirar órganos de los sentidos, como el ojo. “Si el cáncer está en la lengua se le retira la lengua, con lo que pierde el sentido del gusto y por supuesto su manera de socializar, que es mediante el habla”. Si se halla en las cuerdas vocales el individuo podría perder, incluso, la voz.
Por todo ello es que Liuzzi insiste en la prevención y en la detección precoz, consejo que no siempre es escuchado. “Es muy importante hablar sobre el cáncer de cabeza y cuello; tomar en cuenta que existe y que se puede prevenir, que se puede diagnosticar a tiempo”, asegura el experto en conversación con el Correo del Orinoco, a propósito de conmemorarse mañana el día mundial para la prevención de esta enfermedad.
VPH, UN AGENTE SILENCIOSO
Sustancias irritantes que entren en contacto con la boca propician un ambiente favorable para este cáncer; es decir, el cigarrillo, el alcohol, el chimó. “Cuando el paciente consume alcohol y consume cigarrillos, ese consumo simultáneo hace que la posibilidad de que se desarrolle un cáncer sea muchísimo mayor”, enumera Liuzzi.
Pero hay otros culpables, tal vez menos obvios para la gran mayoría de la población: la higiene bucal es uno de ellos, al igual que la exposición a algunos químicos. Y uno más que intenta colarse sin hacer ruido, pero que está bien presente en Venezuela: el virus de papiloma humano, que “está tomando más auge en las últimas décadas”.
El médico aclara que no todos los tipos de VPH provocarán este cáncer, sino algunas cepas. Su principal vía de transmisión -en lo que respecta al cáncer de boca- es el sexo oral. “Realmente la mayor cantidad de pacientes en los cuales hay una relación entre el cáncer y el VPH 16 es por sexo oral. Sin embargo, no todas las personas que practican sexo oral van a tener este tipo de VPH, ni todas las personas que tienen este tipo de VPH van a tener un cáncer”, puntualiza.
Liuzzi señala que no se trata de no disfrutar del sexo oral, sino de hacerlo con plena conciencia y protección. “Si se tiene una sola pareja sexual probablemente la posibilidad de contagio con VPH va a ser menor y, por supuesto, menor la posibilidad de un cáncer en la zona”, estima.
También las personas que mascan chimó “tienen una alta predisposición para el cáncer de cavidad oral, porque es el tabaco puro metido dentro de la boca”. El carcinoma de laringe “se asocia más con el humo del cigarrillo”, así como el de amígdala o de base de lengua se podría vincular con el VPH.
A TIEMPO SIEMPRE
El primer paso, en cuanto al cáncer, es la prevención, y para ello Liuzzi plantea campañas de prevención, dejar de fumar, tener una sola pareja sexual y tomar conciencia acerca del riesgo que acarrearía el sexo oral practicado con múltiples parejas sexuales.
Quienes se encuentren en grupos de riesgo deben someterse a pesquisas, acudir a consulta odontológica varias veces al año (y que el odontólogo esté atento a cambios en la boca) y estar atentas y atentos a las señales de alarma. ¿Cuáles son? Úlceras en la lengua, las encías o el paladar que no mejoran en unas dos semanas y que pueden ser de color blanco o rojo. También, dificultad para tragar, cambios en la voz, ronquera y bultos en el cuello.
En el servicio del hospital IVSS son atendidas unas 250 personas al mes por control, y otros 40 que arriban por primera vez, calcula el vocero.
CIRUGÍA.. DE ELECCIÓN
Para cáncer oral es la cirugía el tratamiento estándar, explica Liuzzi, mas a veces las personas llegan con tumores tan avanzados, que ni siquiera se puede recurrir al quirófano. La operación implica “retirar el área enferma con un margen de por lo menos un par de centímetros”. Por eso es descrita como mutilante si son lesiones grandes.
De no poder recurrir a este tratamiento “estos pacientes pasan a un tratamiento paliativo, lo que significa que no voy a lograr curar al paciente” pero sí mejorar los síntomas, precisa. Si la o el paciente acceden al diagnóstico a tiempo, el abanico de opciones es mayor. De lo contrario -y así se lo confirma la experiencia en el hospital- la mortalidad puede ser de 30% o más.
“El paciente pasa por muchas manos antes de llegar acá”, describe Juan Francisco Liuzzi: el odontólogo, el otorrino, el internista y otros. “Y cuando llega por fin aquí los tumores han avanzado muchísimo” y no siempre se puede hacer mucho, lamenta.
Por ello es que el experto insiste -a propósito de efemérides como las de mañana, que incluirán charlas, pesquisas y otras actividades, además de la atención especial de pacientes en el hospital del IVSS- en hallarlo a tiempo. Y también, evitarlo.