Por Oliver Reina|Caracas, la moza (Opinión)

Cumple 448 años esa moza linda llamada Caracas, madre y cuna de tantas personas, hechos y hazañas que han marcado la historia de Venezuela y más allá, de la Patria Grande. Tantas veces narrada, es una ciudad con infinitas historias y rostros, con abiertos contrastes y que cuenta con cada vez más espacios ganados para la vida, más transitable y con los brazos permanente abiertos para quienes deseen vivirla y amarla: esa es nuestra linda Caracas.

Qué Caracas puede ser mucho más hospitalaria es innegable; que para ello hay que seguir trabajando fuerte, también lo es. Seguir el rumbo por el que recientemente se ha dirigido la ciudad es un reto y una responsabilidad con quien tanto y tanto ha dado al país sin pedir nada a cambio. Más espacios públicos y con público, más sonrisas de niñas y niños fertilizando la tierra caraqueña, más espacios para caminar, para pedalear, para degustar, para conversar, para compartir, para el buen vivir: ese ha sido el signo de los tiempos recientes para nuestra cumpleañera de hoy, por tanto tiempo maltratada y hoy en ruta a lustrar su histórico brillo para ofrecer lo mejor de sí, que sin duda es lo que está por venir.

Este cumpleaños la recibe con homenajes, festivales, conciertos, recitales, rutas, inauguraciones e historia: en resumen, con la mesa servida para seguir profundizando ese reencuentro diario con la Caracas hospitalaria, heroica y bondadosa que está allí, a la vuelta de cualquiera de sus esquinas.

En manos de cada uno de quienes le habitamos o transitamos está hacerla un espacio más cordial, de hermandad y de camaradería. Aplica en ello el principio de la corresponsabilidad, pues no es solo función de los gobernantes sino de todas y todos hacerla un espacio tan limpio, seguro, cálido y reconfortante como merece serlo. Está en nuestras manos hacer lo que corresponda para que así sea.

A quienes la maltratan por acción u omisión, nuestra invitación a reflexionar y enmendar. Piensen y sientan que quien como ella da a manos llenas, como quien ama y merece ser amada, debe recibir solo lo mejor.

Por generosa y amigable, por majestuosa y cálida, por desinteresada y cordial, vaya la más grande felicitación a nuestra Caracas, joven eterna y con aún mucha cantidad y calidad para ofrecer. Gracias por dar tanto y desinteresadamente. ¡Feliz cumpleaños Caracas!

oliver.reina@gmail.com

Compatriota Oliver, a sus felicitaciones uno las mías. También yo amo a Caracas, la bella. Pero no agregaré más al respecto, porque no quiero repetir mal lo que Ud. ha dicho tan bien y tan bellamente. Reciba Ud. mis felicitaciones por su comentario, extensivas por supuesto, y debería decirlo en primer lugar, a quien y a quienes se debe que de Caracas se diga, con toda razón, que es la más bella de Venezuela (Debo decir también que la zona litoralense de Vargas halló -¡por fin!-, a quien y a quienes se ocuparon de ella, y que en la actualidad es un verdadero jardín. Porque a lo que se ama se le cuida, y lo que está a la vista…)