Por Héctor L. Pesquera S.|La crisis es la colonia (Opinión)

A raíz de la invasión a Puerto Rico (PR), Washington puso en marcha un proyecto que pondría la economía colonial en función de los intereses de sus empresas y centros de poder. Se apoderaron de las mejores tierras cultivables para convertir a la isla en una inmensa central azucarera e instalación militar, dos de sus necesidades en aquel momento.

Luego abandonaron las centrales azucareras y se lanzaron a la industria del petróleo. A los pocos años, esa actividad perdió el interés de los inversionistas. Se fueron dejándonos la contaminación y la chatarra.

Con la presencia de mano de obra barata y recursos acuíferos inmensos en la zona del karso, región de roca caliza, invirtieron en la manufactura y la industria farmacéutica, lo que generó una actividad económica bajo el código de rentas internas de las corporaciones 936. Cuando se eliminaron los beneficios de las 936, decayeron tales industrias. Desde entonces la inversión que se ha visto en PR es el establecimiento de megatiendas y los préstamos a las corporaciones públicas y al Gobierno central, que se dispararon con la mala práctica de tomar prestado para pagar deuda y financiar proyectos faraónicos.

La inversión externa no es mala en sí; el problema lo plantea la falta de compromiso de esos inversionistas con el país, la fuga de capital y la falta de reinversión en PR, amén de los subsidios y exenciones contributivas a esas empresas, mientras al empresario local se le niegan, creando una desventaja para la economía nacional.

Si a todo lo anterior le sumamos la falta de soberanía para firmar tratados con otros países como Venezuela, para la compra de combustible a PetroCaribe; la falta de acceso a instituciones financieras de Nuestramérica como el Banco del ALBA-TCP o Banco del Sur, tendremos la tormenta perfecta para el fracaso, entre otras lacras del colonialismo.

Ante esta debacle proponemos, entre otros puntos: abolir toda práctica colonial, trabajando junto al pueblo en el proceso de descolonización e independencia, mediante la convocatoria a una Asamblea Constitucional de Estatus.

¡Resistiremos y triunfaremos!

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San Juan / Puerto Rico