Víctimas del régimen de Jean-Claude Duvalier exigieron al gobierno haitiano hacer justicia y encarcelar al exdictador por los crímenes perpetuados en sus 15 años de mandato brutal.
Un grupo de 30 sobrevivientes o testigos de acciones violentas ejecutadas durante su gestión (1971-1986), envió una carta al presidente René Preval, al primer ministro Jean-Max Bellerive y al titular de Justicia Paul Denis.
Los demandantes pidieron tener en cuenta «la verdad sobre la dictadura hereditaria más sangrienta de la historia haitiana» y sentenciar a Duvalier, también apodado como Baby Doc.
«Su lugar está en la cárcel», aseveraron los demandantes, entre los que se encuentra la periodista y exportavoz del secretario general de la ONU, Mich le Montas.
También manifestaron su indignación por la bienvenida ofrecida por algunos funcionarios serviles al exdictador cuando regresó al territorio antillano el pasado 16 de enero, luego de estar 25 años exiliado en Francia.
Asimismo, dijeron sentirse amenazados por los poderosos cómplices de Baby Doc quienes, como él, continúan en libertad y sin responder ante la ley por las atrocidades cometidas.
Tras su retorno al país caribeño, Duvalier fue acusado por la justicia haitiana de corrupción, robo y apropiación indebida de fondos públicos.
Además enfrenta, hasta el momento, 18 denuncias por crímenes de lesa humanidad, exilio forzado, detención arbitraria, destrucción de propiedad privada, tortura y violación de derechos humanos.
Con sólo 19 años de edad, Baby Doc sucedió a su padre, Francois Duvalier, en la presidencia haitiana y, junto a los paramilitares llamados Tonton Macoutes, mantuvo un gobierno represivo que obligó a numerosas personas a abandonar el país.
También se le responsabiliza por el asesinato de miles de opositores a su régimen y el desvío de millones de dólares a bancos suizos.