Para Pedro Ramírez, embajador de la República de Chile en Venezuela, “los principios del proceso bolivariano también fueron los principio del Gobierno del Salvador Allende”. Según el exministro de Minería y Vivienda del gobierno del presidente chileno durante los años 1970 y 1973, la búsqueda “de la justicia, de la igualdad, el erradicar la explotación, la búsqueda de la paz”, son los fundamentos de “cualquier revolucionario de este mundo”.
Este viernes 11 de septiembre, durante su participación en un acto en homenaje a Allende y en honor a los revolucionarios venezolanos Willian Lara y Guillermo García Ponce, realizado en la plaza Bolívar de Caracas, Ramírez reiteró que estos principios son los que impulsaron las acciones de líderes mundiales como el político sudafricano Nelson Mandela y el pensador y político indio, Mahatma Gandhi.
Según Ramírez, en el fondo todo revolucionario pretende “la liberación del mundo entero”. “Trabajan por la todos los oprimidos de este mundo. A su entender “ese ha sido y sigue siendo su norte”: que se produzca la igualdad, la justicia, y que construyamos un mundo de paz. Aseguró que históricamente todos los revolucionario han “luchado a favor de los desposeídos, de los oprimidos”, y sostuvo, en la búsqueda de la libertad, la paz y la justicia.
“En un momento en el que vemos tanta guerra, gente con hambre, niños desvalidos y tanta brutalidad”, “lo que todo hombre debe añorar es la paz”, expresó. Reiteró que en una situación de crisis mundial, “vuelven a renacer el recuerdo de hombres como Allende, Lara y García Ponce”.
FUE EL PRIMERO
En opinión de Ramírez, Salvador Allende “fue el primero que quiso iniciar y desarrollar un programa de construcción del socialismo” mediante un proceso democrático. Afirmó que “ese es el gran legado” del expresidente que actualmente es emulado por los gobiernos progresistas de América Latina, entre los que citó a Venezuela, Ecuador, Bolivia y Brasil.
“La revolución socialista no se hace en 24 horas”, expresó Ramírez, ya que, a su juicio, su consolidación “es un proceso difícil y largo. Considero que en su desarrollo tiene avances y retrocesos por lo que “se debe luchar todo los días y siempre”.
PROCESO PERMANENTE
Ante la pregunta de si existen los cimientos para que estos procesos continúen, el embajador respondió que “mientras haya un pueblo explotado siembre habrá cimientos para que existan”, ya que, en su opinión, “la lucha se basa, precisamente, en la existencia de injusticias, de iniquidades y de explotación”.
Ramírez anheló la presencia permanente en el mudo de revolucionarias y de revolucionarios que logren canalizar la luchas por un proceso de transformaciones profundas a favor de las necesitadas y de los necesitados.
“Final feliz habrá de todas maneras”, aseguró el embajador en relación al futuro de los procesos revolucionarios. Y agregó: “Cuándo no sé, pero lo que si puedo decir es que habrá un final feliz y siempre habrá luchadores. Caerán unos, como cayó Salvador Allende, pero se han levantado otros. Cada vez que cae uno se levantan diez”.