El 23 de septiembre de 1850 falleció en Quinta Ibiray de Asunción (Paraguay), a sus 86 años de edad, José Gervasio Artigas, héroe nacional del Uruguay y quien se encontraba exiliado en la nación guaraní desde 1820.
Tras pedir protección del gobierno paraguayo, presidido por Gaspar Rodríguez de Francia, este lo concede, pero al llegar a Asunción, la capital, se le somete a confinamiento perpetuo, sin permitírsele salir del país, aunque se le asigna una modesta pensión para sus gastos. El derecho a viajar al exterior lo recuperaría en 1841, luego de desaparecido el dr Francia. Así, Artigas habrá de permanecer en el Paraguay por 34 años, hasta el momento de su muerte.
HOMBRE DE ACCIÓN
Artigas nació en 1764 en la ciudad de Montevideo. Por aquel tiempo Uruguay, denominado la Banda Oriental, integraba el Virreinato del Río de la Plata, con capital en Buenos Aires. Hasta sus 12 años recibió una esmerada educación. Según su contemporáneo y biógrafo Nicolás de Vedia, en su juventud se abocó a la compra de “ganados mayores y caballadas, para irlos a vender a la frontera del Brasil portugués, algunas veces contrabandear cueros secos”
El 15 de febrero de 1811, ya iniciado el proceso de Emancipación de los países del Sur, Artigas, cuyo liderazgo era reconocido por Mariano Moreno y otros republicanos del Río de la Plata, se declara a favor de los patriotas y se dirige a Buenos Aires para ofrecer sus servicios. De allí le envían a la Banda Oriental con el grado de teniente coronel y 150 hombres a la Banda Oriental, donde al llegar, asume la jefatura del movimiento. En los siguientes años hasta 1820 defenderá la integridad de la Banda Oriental, dentro de un federalismo que la integre al Río de la Plata; no obstante deberá enfrentar corrientes bonarenses que le adversaban y las fuerzas portuguesas que desde Brasil invadieron su país para anexarlo. Así, en 1820, tras una dilatada actividad de décadas y ante el aislamiento frente a poderosos contendientes, decide exiliarse en Paraguay, donde permanecerá hasta el final de sus días.
PENSAMIENTO SOCIAL
Desde muy joven Artigas cultivó amistad con comunidades originarias charrúas y guaraníes, quienes le acompañaron durante años en sus campañas militares. “Los charrúas libraron las últimas batallas contra los portugueses (…) Ya desde 1807 Artigas había dotado de tierras a antiguos faeneros clandestinos o algunos de sus jefes en el norte de Río Negro, donde…se habían asentado con sus seguidores” [Lucía Salas de Tourón, Prefacio de la obra José Gervasio Artigas. Obra Selecta’, Biblioteca Ayacucho]. El pensamiento social de José Gervasio Artigas se expresa en documentos que escribió o dictó desde sus campamentos. Y también en las decisiones y medidas que tomó como jefe político y militar de la Banda Oriental.Fue el primer caudillo de la Gesta Emancipadora con control de territorios, que diera a conocer ideas de igualdad. Así expresará, en clara alusión a la igualdad de las personas “Debajo de la piel, todos somos iguales, el negro, el indio y el blanco, porque todos somos hijos de Dios” [http://nomeolvidesorg.com.ar/wpress]. En su Reglamento de Tierras de 1815 Artigas dispondrá e favor de los negros «libres» la propiedad de la tierra «de tal manera que los más infelices sean los más privilegiados» (www.biblioteca.org]
ARTIGAS Y BOLÍVAR
Eduardo Acevedo, Artigas afirma que la figura de Artigas está cubierta de varias “aureolas”, que pueden resumirse del siguiente modo: *) como apóstol del republicanismo frente a las tendencias monarquistas bonaerenses de la época; *) como propulsor de la noción de soberanía popular; *) como “portaestandarte de las ideas de humanidad y de respeto a todos los derechos”. Si bien uno y otro. Bolívar y Artigas desarrollaron su propio ciclo de formación, pues el primero cultivó con esmero la lectura de Rousseau, Montesquieu -y los clásicos griegos, como se refleja en su epistolario-, Artigas, quien había estudiado con alguna profundidad a Rousseau, manifestó entre 1813 y 1815 una inclinación hacia reformas en la sociedad de castas de su tiempo suramericano, de la que Bolívar hará expresa afiliación desde su Decreto abolicionista de Carúpano de 1816 hasta su Constitución también abolicionista de Bolicia de 1826.
Al igual que el Libertador, Artigas terminará sus días en exilio, desconocido por quienes gobernaban entonces la patria que contribuyó como ninguno a independizar, Uruguay.
“PADRE DE LOS POBRES”
“Acorralado, Artigas pidió asilo al [presidente de Paraguay, Gaspar Rodríguez de Francia] no sabía entonces qué resolvería el hombre que había aislado al Paraguay (…) Aceptada la solicitud, antes de cruzar el río (…)
Ingresaron con él al Paraguay unos cien hombres de aspecto miserable (…) El 8 de septiembre de 1820 se entregó a la guardia de Itapua (…) veinte húsares lo escoltaron a Asunción (…) llevaba todas sus pertenencias en una alforja (…) Durante 30 años Artigas sobrevivió en el Paraguay (…) Al entregarse en Itapua no podía imaginar que iba a permanecer más de la tercera parte de su larga vida en esa tierra (…) El antiguo Protector repartió entre los pobres, mientras la tuvo, la pensión que le concedió Francia (…) El Jefe de los Orientales y Protector de los Pueblos Libres, por un momento gobernante de la región ganadera, se convirtió para siempre en agricultor. Y el que fue llamado “padre de los pobres”, repartió de sus cosechas lo que excedía al corto consumo de su casa (…) El 23 de septiembre (de 1850) la vida se le escapó sin estridencias (…) con la misma sencillez con que había vivido toda su vida (…) Extraño destino el de los libertadores. San Martín murió en Francia; O ‘Higgins en Perú, Bolívar en Santa Marta…y Artigas en Paraguay” [Lucía Salas De Touron. Prefacio a la obra José Gervasio Artigas. Obra Selecta, Biblioteca Ayacucho, Caracas, 2000]