Murió en El Cairo hace 45 años|Gamal Abdel Nasser afirmó en el Medio Oriente el ideal del panarabismo

El 28 de septiembre de 1970, hace 45 años, murió en El Cairo el entonces Presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser, líder del panarabismo, quien encaró las pretensiones hegemónicas de Francia y Reino Unidos -aliados con Israel. Y por algunos años logró la unificación territorial de su país con Siria para formar la República Árabe Unida.

La integración de todos los países árabes en un solo país ha sido una propuesta de varias generaciones y que ha contado con el estímulo de gobernantes y líderes políticos en los últimos cien años. Nasser, a la cabeza del Egipto, al dar forma, junto con Siria, a la República Árabe Unida, es reconocido como el principal exponente de esta corriente panarabista.

La idea de unidad política bajo un mismo Estado ha encontrado entre las naciones del Oriente Medio y el Poniente, el escollo de la geopolítica separatista y desestabilizadora de las grandes potencias. Esa permanente oposición a la integración de los pueblos árabes, coincide con el hecho de que el subsuelo de esos territorios contiene más de la mitad de las reservas de petróleo del planeta, y que tan precioso resulta para la civilización industrial.

EL CANAL DE SUEZ

En 1956 Nasser procedió a la nacionalización del Canal de Suez. La vía, de 163 kilómetros de extensión, resulta de carácter estratégico para asegurar el comercio entre Europa y el sur de Asia, pues al conectar el Mediterráneo con el Mar Rojo hace innecesaria el rodeo atlántico-índico del continente africano.

Así, la medida de Nasser enfureció a Francia y el Reino Unido, accionistas de las empresas que administraban el Canal. Ambas potencias iniciaron acciones militares en un intento de hacer desistir al Egipto de Nasser de aquella patriótica decisión. Nasser, quien desde 1948 estuvo al frente de la Liga de Oficiales Libres de Egipto, asumió la jefatura de esta nación en 1956. Con apoyo del pueblo -y tras la derrota militar de los árabes frente a Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967-, Nasser se mantuvo al frente de Egipto hasta septiembre de 1970, cuando muere de modo repentino.

EN AMÉRICA LATINA

La figura de Gamal Abdel Nasser dejó sentir su influencia dentro de corrientes militares de la América Latina y caribeña en los años sesenta y setenta del siglo XX. En 1968 triunfa en el Perú el levantamiento de Juan Velasco Alvarado, Al año siguiente Omar Torrijos Herrera asume la conducción de Panamá y Alfredo Ovando Candía lo hace en Bolivia.

Estos tres líderes impulsaron una gestión tendiente a fortalecer la nacionalización de fuentes estratégicas de riqueza interna, y convocaron a nuevos actores en el desempeño político, con matices de antiimperialismo e izquierda, que inquietó a los agentes internos de las grandes potencias. Durante su gobierno, Torrijos logró el traspaso del Canal de Panamá a la soberanía de su país. Ovando nacionalizó la Gulf Oil, lo que le dio la propiedad de sus hidrocarburos a Bolivia. Velasco adelanta la reforma agraria, así como la nacionalización de medios de comunicación y la reorientación de las políticas de importación de bienes, para favorecer la industrialización del Perú y el mercado interno.

CHÁVEZ Y EL NASSERISMO

Fahd Rimawi, defensor de la causa árabe, resaltando las similitudes entre el Comandante Hugo Chávez y Nasser ha escrito “Doloroso para todos es perder a Chávez, el segundo líder nasserista en la historia…que plantó sus principios y sus ideas en el suelo de la América Latina, traduciendo sus significados, sus literaturas, y sus adaptaciones del mundo árabe al venezolano, enriqueciéndolos con lo nuevo y útil en teoría y la práctica…de nuestra época” [http://www.aporrea.org]. Por su parte Abdel hakem Nasser, hijo del extinto líder árabe ha dicio “»Chávez apareció en un momento en el cual todos pensaban que el capitalismo era la única solución(…)Fue la única luz en un túnel muy oscuro. Animó a la gente para que viera que el socialismo todavía existía, que podíamos nacionalizar, que todo podía pasar otra vez» (Idem)

NACIONALIZACIÓN DEL CANAL DE SUEZ

Ciudadanos (…) Hoy, anuncio que…hermanos de Siria declararon la unión con ustedes; una unión digna para la consolidación de los principios de la dignidad y autoestima, y los fundamentos del nacionalismo árabe. Y yo, hoy…, yo les di la bienvenida a sus hermanos de Siria; somos parte de la nación árabe.

(…) Nosotros sólo contamos con nosotros mismos y lo hacemos con voluntad, fuerza y poder para alcanzar los objetivos proclamados por la revolución (…) Luchamos y sentimos que triunfaremos…a fin de establecer un estado independiente; de una independencia verdadera, tanto política como económica.

Mirando hacia el futuro, nos damos perfecta cuenta de que nuestra lucha no ha terminado (…) No resulta fácil llevar a cabo nuestra independencia política y económica sin una lucha permanente. Tenemos ante nosotros toda una serie de luchas, si es que queremos vivir dignamente.(…)El imperialismo ha intentado, por todos los medios posibles, socavar nuestro nacionalismo árabe. Ha intentado dispersarnos y separarnos y por eso ha creado el Estado de Israel, obra del imperialismo (…) el ocupante comprendió que no podía mantenerse en una tierra donde todo a su alrededor es de sus enemigos. Y se fue(…)Desde hoy serán egipcios como nosotros los que dirigirán la Compañía del Canal, los que utilizarán sus diferentes instalaciones y los que administrarán la navegación en el Canal, en la tierra de Egipto (…) El Congreso de Estados…ha solicitado que se cortara la ayuda a Egipto, porque nos negamos a aceptar la ocupación y la explotación de nuestro territorio. Este fue nuestro castigo. Porque cortando la ayuda a Egipto, el pueblo egipcio diría que Gamal Abdel Nasser perjudicó al país y haría presión sobre él para que acepte sus condiciones nefastas para el país. Ignoran que el pueblo egipcio también niega todos estos argumentos”. (Gamal Abdel Nasser/Discurso sobre la nacionalización del Canal de Suez – plaza de la Liberación de Alejandría/ 26/07/1956 (http://constitucionweb.blogspot.com).

T/ Néstor Rivero
F/ Cortesía