El 2016, en mi modesta opinión y en contraste con lo sostenido por el economista Luis Vicente León, no será de “mayor inflación, mas desabastecimiento, desconfianza y empobrecimiento”. Hace 15 días, en este mismo diario y columna me referí a la “excelente oportunidad que depara el siglo actual a nuestra Nación”, líneas que sostengo, a pesar de las enormes dificultades por las que se conoce ampliamente el país en los actuales momentos, quizás por demasiada atención a la política y las escasas medidas diferenciales que se han tomado.
Quien pudiera afirmar hace dos años que el precio del crudo bajaría a 40 dólares le hubiesen considerado fuera de sentido común. Si vemos que ni estudiosos en la materia económica ni voceros de organismos especializados, ninguno repito, hizo referencia al hecho cumplido, aunque sí se notaba que la producción de crudo aumentaba, especialmente en Estados Unidos el mayor importador al momento, pero en la OPEP poco o nada. Ahora, si baja la producción se pierden excelentes mercados y, si sube el precio también. Difícil decisión, pero no para tiempo largo.
Pasado el periodo electoral que se vive, la corrección al modelo que se ha pensado establecer va a llegar, no por parte de otro Gobierno, simplemente por la necesidad de imponer el socialismo bolivariano democrático tal como lo presentaba el presidente Hugo Chavez Frías. Es decir, con la cooperación mancomunada de todos los sectores de producción y la dedicación completa a lo interno, la lucha contra la corrupción y la desigualdad social, el saneamiento al terrible contrabando –ya comenzado con el cierre de frontera con Colombia, así se pierda mucho del comercio interpaíses– queja constante del empresariado y, mas que todo, por el entendimiento empresarial de que el socialismo no significa pérdida de propiedad o dominio del Estado en todo, inclusive en el sentir ciudadano, como fracasó en la Unión Soviética décadas atrás.
Se harán ajustes en el Presupuesto Nacional y se limitarán gastos superfluos, solicitado por el propio presidente de la República, Nicolás Maduro. Se inyectará recursos al metabolismo económico como lo expresa el Ministro de Planificación; aunque nadie lo entienda, el camino está trazado. Ahora debemos continuarlo, tomando en cuenta lo positivo y cambiando lo que se deba cambiar; lo fundamental es crear confianza. Será el 2016 el comienzo del buen panorama que se presenta ante el país. ¡Dios, bendice nuestra bella Venezuela!